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A prueba de viento

La UNAM y Alianza FiiDEM pondrán en funcionamiento un laboratorio para analizar el impacto del viento en estructuras; estará disponible para ser utilizado por empresas públicas y privadas.
mié 29 octubre 2014 10:58 AM
Laboratorio Fiidem
Laboratorio Fiidem - (Foto: Cortes�a Alianza Fiidem )

La Alianza para la Formación e Investigación en Infraestructura para el Desarrollo de México (Alianza FiiDEM) y el Instituto de Ingeniería de la UNAM trabajan en la etapa de ensamblaje del primer túnel de viento del país.

La instalación forma parte del Laboratorio de Estructuras y Materiales de Alta Tecnología (LemAT), que incluirá también un laboratorio de estructuras y otro de materiales de alta tecnología.

El LemAT se encontrará en un terreno de 23,847.62 m2, otorgado por la UNAM, y ha supuesto una inversión de 51.4 millones de pesos (24.4 mdp otorgados por el CONACyT, 17 mdp por el Instituto de Ingeniería de la UNAM y 10 mdp por Grupo ICA).

La construcción del túnel estuvo a cargo de ICA-Construcción Urbana y se espera que para finales de septiembre esté terminado y comiencen las pruebas de calibración, con miras a entrar en operación a finales de enero o principios de febrero de 2015.

Será operado por el Instituto de Ingeniería de la UNAM y administrado por Alianza FiiDEM, y dará servicio a empresas públicas y privadas, tanto de México como del resto de América Latina, así como a instituciones educativas y de investigación. 

“(Con el túnel) debemos ser competitivos en precio y calidad, darnos a conocer haciendo tesis con los estudiantes, invitándolos a estudiar alguna silla, una antena
o una ventana rara. Entonces van a aprender desde el punto de vista de la ingeniería de viento”, afirma Roberto Gómez, responsable técnico del proyecto y coordinador de Mecánica Aplicada del Instituto de Ingeniería de la UNAM.

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Cono de difusión. El circuito cerrado permite tener óptimo flujo del aire/ Cortesía Alianza Fiidem

El túnel de viento cuenta con dos secciones de pruebas: la primera tiene dos áreas de 3 m de ancho por 2 m de alto, separadas por una distancia de 14 m; y la segunda mide 4.3 m de ancho por 4 m de alto, con una longitud de 5 m. Estas características lo colocan en una posición competitiva en comparación con otros túneles alrededor del mundo, explica Rodolfo del Rosal, coordinador de laboratorios de Alianza FiiDEM.

El objetivo del sistema “será medir o analizar el impacto del viento en diferentes tipos de estructuras, pero también el efecto del viento en el entorno urbano del ser humano”, afirma el especialista. 

El túnel es de capa límite atmosférica y circuito cerrado, lo que permitirá tener un control óptimo del flujo de aire en cuanto a velocidad, presión y temperatura. Del Rosal añade que el motor, de 200 caballos, generará una velocidad de viento de 100 km/h y, al entrar al cono de contracción, donde el diámetro del túnel se reduce de 5.50 m a 3 m, podrá incrementarse hasta 250 km/h, lo equivalente a un huracán categoría 4. 

Las instalaciones del edificio que resguarda el túnel cuentan con un área donde se generarán, con ayuda de una impresora 3D, algunos de los modelos a escala que serán empleados para las pruebas. Gómez señala que en las secciones de prueba podrán colocarse dispositivos para aumentar la capa límite, “la parte de la atmósfera en donde el viento está variando porque tiene obstáculos; los árboles, los edificios, la rugosidad hacen que vaya cambiando”; lo que permitirá generar turbulencia en el flujo. 

Las mesas giratorias, en la sección de pruebas 1, facilitarán la rotación de los modelos para simular las diferentes direcciones que puede tomar el viento.

Cono de Contracción: Permite recrear vientos equivalentes a un huracán categoría 4.

Cortesía Alianza Fiidem

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