Medellín, urbanismo contra la violencia
La respuesta a la demanda de un espacio público de convivencia, una vivienda digna y un entorno seguro fue clave para que la ciudad colombiana de Medellín dejara de ser una de las más violentas del mundo y se convirtiera en un ejemplo de planificación urbana mitigante de la desigualdad social.
El libro Medellín. Vida y ciudad (2014, RM) aborda lo anterior a través de un recorrido visual por 10 regiones, donde los protagonistas son los ciudadanos interactuando con proyectos urbanos y arquitectónicos que fueron parte de un proyecto integral que cambió a la ciudad del país sudamericano.
Un sistema integrado de transporte masivo (metro, metrocable, metrobús y tranvía), una red de parques, bibliotecas y centros culturales, además de infraestructura para la educación pública de calidad y espacios públicos son parte de las iniciativas que le dieron un giro a la urbe, porque además se convirtieron en “mecanismos de cambio social”, escribe Francisco Sanin, uno de los autores de los textos que acompañan el recorrido visual.
Sanin también destaca la participación de las facultades de Arquitectura, que “se convirtieron en un sitio de investigación y experimentación, en laboratorios de ciudad”, ahí fue donde surgieron los modelos de intervención que “iban desde la recuperación de la centralidad de los barrios como proyecto social, hasta
la recuperación y la renovación del centro histórico”.