El agua como derecho humano es la premisa para su gestión: expertos
Para mejorar la gestión del agua en los países requiere de una premisa: ubicar el vital líquido como un dercho humano y no como una mercancía, coincidieron expertos durante la IV edición de las Jornadas de Arquitectura, Tecnología y Diseño al Servicio del Agua y la Sociedad, organizadas por la fundación We Are Water.
El principal cambio de paradigma es "el acceso al agua como uno de los derechos humanos y en condiciones de igualdad", expone Francisco Jalomo Aguirre, coordinador del doctorado en Geografía y Ordenamiento Territorial de la Universidad de Guadalajara.
Pero también es preciso cambiar hábitos de consumo, incrementar el saneamiento, reconocer la relación entre el agua y los bosques en su ciclo hidrológicof y evitar mercantilizarlo o privatizarlo, mencionó.
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"Hay que replantarnos la manera en que están establecidas las instituciones. Existen organismos y secretarías que gestionan el agua; y otras (dependencias) los recursos forestales, pero de manera separada y sin vinculación. No se visualiza que los bosques son productores de agua", ahonda Jalomo Aguirre, quien acota que el derecho al agua debe estar basado en la calidad, accesibilidad, disponibilidad, equidad y asequibilidad.
"Agua como derecho humano, no como mercancía. Y es que éste se relaciona con otros derechos: a la salud, la vida, la educación, la vivienda digna, entre otros", recalca.
Emiliano Rodríguez Briceño, gerente de Fortalecimiento y Organismos Operadores de la Conagua, resalta que en México hay una distribución inequitativa del líquido. Mientras que el norte y el centro cuentan con 32% de este recurso (donde habita 77% de la población), en el sureste está el otro 68% (con 23% de la población).
En el país 10.8 millones de personas no cuentan con este servicio y la cobertura general aumentó de 91 a 94.4% en los últimos cuatro años.
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A nivel global, México se encuentra en el lugar número 94 en disponibilidad del vital líquido. Entre las sugerencias de Rodríguez Briceño para una mejor gestión están "impulsar reformas constitucionales, a tratados internacionales sobre derechos humanos y a la legislación vigente en torno al agua. Además, lograr una corresponsabilidad entre gobierno y sociedad, y un marco legal que fortalezca los servicios y eleve su nivel de calidad".
Sin embargo, "plantear una nueva legislación en torno al agua podría ser más complicado que las reformas de Estado realizadas en este sexenio, esto debido a los usos y costumbres tan arraigados, así como la autonomía de los organismos operadores".
En cuanto al saneamiento, la disparidad en el país va de una cubertura de 90% en entidades como Nuevo León, Baja California y Aguascalientes, a 7% en Yucatán y 3% en Campeche, refiere Jalomo Aguirre.
Según datos de la Organización de las Naciones Unidas, para el año 2050, 7,000 millones de personas que viven en 60 países sufrirán escasez de agua. Ante ello, ambos expertos coinciden en la propuesta de construir una agenda pública basada en una nueva cultura donde la sociedad se empodere en la gestión de este recurso.