INAH genera información geoespacial para prevenir daños a patrimonio cultural
Con el fin de aportar datos que permitan diseñar estrategias para prevenir afectaciones al patrimonio cultural, entre otros aspectos, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) impulsa el Laboratorio de Geomática, que elabora y desarrolla información geoespacial.
Como parte del Sistema de Información para el Manejo de Zonas Arqueológicas, la plataforma generada incluye una base de datos georreferenciada, al igual que información espacial digital en diversos formatos como kmz, dxf y shp, compatibles con aplicaciones como Google Earth, Auto CAD y sistemas de información geográfica.
En un comunicado, el INAH destacó que esta información sirve para producir cartografía sobre las 187 zonas arqueológicas abiertas al público en el país.
Al igual que su entorno natural, el contexto socioeconómico de las comunidades contiguas, los servicios para la visita y el estado de conservación de las estructuras arquitectónicas distribuidas dentro de las mismas.
En ese sentido, el laboratorio generó cartografía que se incluyó en la documentación que declaró como bien mixto (cultural y natural), por la UNESCO a la antigua ciudad maya y bosques tropicales protegidos de Calakmul, Campeche.
Jaime Cedeño, arqueólogo y coordinador del equipo, destacó la cartografía desarrollada en el Laboratorio de Geomática, realizada con base en información de los institutos nacionales de Estadística y Geografía, de Ecología, las comisiones nacionales del Agua y para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, entre otras dependencias.
Se trata de un valioso material para el personal de las zonas arqueológicas, en el que sobre un mapa del territorio mexicano se despliega la información sobre fenómenos naturales como tormentas tropicales, sismos, heladas, incendios, entre otros, y se señalan los sitios con patrimonio cultural de por medio.
Algunas de las acciones que se aplican para prevenir el riesgo de un desastre, de acuerdo con el INAH, son el mantenimiento de infraestructura, el registro del deterioro de elementos arquitectónicos, y si es el caso, el monitoreo de su estabilidad.
"Estas herramientas de análisis son muy útiles para el arqueólogo que trabaja con las relaciones espaciales de los restos culturales que se encuentra", destacó Cedeño con respecto al trabajo de los profesionales en esta rama, quienes siempre se han apoyado de la cartografía.