El museo Juan Soriano, la sencillez de la monumentalidad

A principios de este año inició la construcción del Museo Juan Soriano en Cuernavaca, Morelos.  Ahora, están por concluir el proceso de excavación, y en seis meses podría estar listo el esqueleto, con el objetivo de finalizar en la segunda mitad de 2016.

El arquitecto Javier Sánchez conversó con Obras sobre los detalles de esta obra en apariencia sencilla pero con diversas complejidades. 

Más allá de generar un espacio público que gestione y difunda la obra del artista Juan Soriano en sus diferentes facetas, el proyecto pretende desconcentrar la oferta cultural en la Ciudad de México y generar un jardín público, donde tengan cabida las esculturas del artista, pero que además sea parte de un recorrido urbano, relató el arquitecto. 

"Por un lado tienes un jardín con árboles de muchos años y la idea de un jardín escultórico;  al fondo, un edificio muy abstracto que es el museo, y que  tiene el gesto de no tocar el jardín, de estar como levitando para producir una relación muy fuerte del interior al jardín y viceversa", explicó Javier Sánchez.

El Museo Juan Soriano ocupará un terreno  de 8,000 m2, el que fue adquirido por el gobierno de Morelos con apoyo federal, a través del Consejo  Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta). La extensión de construcción estimada es de 6000 m2, gran parte será subterránea. 

En ese espacio uno de los retos que se impuso el despacho JSa fue preservar los árboles existentes. Javier Sánchez asegura que durante la excavación se han  preservado 90% de estos.

"Hemos logrado hacer las excavaciones sin tocar los árboles. Trazamos  los diámetros de las raíces, y con ese dibujo hemos dicho aquí podemos hacer la cimentación y aquí no", detalló.

El arquitecto explicó que esos esquemas fueron posibles bajo el entendido de que "la copa de un árbol es casi siempre el reflejo de sus raíces, en una  palmera son  más comprimidas, en un fresno casi es del tamaño de la copa", además "hicimos un  estudio biológico para determinar que no se afectarían los árboles en las  excavaciones". 

Precisó: "Pensamos que este jardín podía abrirse a la ciudad, y de esa forma conectar Cuernavaca y hacer un vínculo comunitario fuerte; y regalar la experiencia del jardín a la ciudad".

En términos prácticos, “el museo es un paso que comunica de manera más efectiva un barrio, Amatitlán,  con el centro histórico de Cuernavaca  que está en otra parte del terreno”, dijo.

El líder de la oficina JSa contó que el jardín público y planta baja son abiertas, por lo que se ventilan de forma natural; no hay climatización ni ventanas. Hacia arriba se trata de "un edificio muy abstracto con una volumetría un poquito fragmentada en tres cuerpos para disminuirle la escala y generar ventanas hacia el jardín".

Todos los servicios del museo como bodega de obra, de recepción y restauración de la misma y el estacionamiento están bajo del nivel de jardín. También  fue contemplado en una  área aparte un teatro subterráneo, el qu estará bajo un espejo de agua  y tendrá capacidad para 350 personas.

En el nivel del jardín estarán el acceso, la tienda, la biblioteca, el acceso al teatro y unos talleres de oficios y artes que se abrirán a la comunidad y que están vinculados con el barrio de Amatitlán.

Para Javier Sánchez una inspiración para este diseño "sin duda es lo que el cronista Carlos Monsiváis decía de la obra de Soriano: una especie de sencillez compleja", eso es algo que "tienes que ir descubriendo de alguna  forma” en este museo porque no es evidente; eso que parece notoriamente sencillo: tres volúmenes con juego de alturas, tiene la complejidad de estar casi levitando".

Por otro lado,  agregó, "conforme vas haciendo el recorrido te das cuenta que hay zonas donde hay luz natural que podía oscurecerse, dependiendo de la muestra que se tenga".

La inversión para la edificación es de 200 millones de pesos ; la colección permanente fue adquirida por el gobierno del estado y por Grupo Financiero Banorte a la Fundación Juan Soriano y Marek Keller. 

Javier Sánchez afirmó que la expectativa es generar un museo de cualidades internacionales que reciba exposiciones de todo el mundo.