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Repasan legado artístico de Mathias Goeritz en Bellas Artes

El arquitecto Felipe Leal y la historiadora Lily Kassner hicieron un repaso de la vida y obra del autor de obras como las Torres de Satélite, en colaboración con Luis Barragán, y a quien definieron como un visionario precursor del minimalismo.
mar 19 mayo 2015 08:36 AM
Homenaje a Goeritz en Bellas Artes
Homenaje a Goeritz en Bellas Artes - (Foto: Notimex)

Amigos, colegas y autoridades del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), rindieron la noche del lunes un homenaje al arquitecto de origen alemán Mathias Goeritz (1915-1990), en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes en el marco del centenario de su natalicio.

El arquitecto Felipe Leal y la historiadora Lily Kassner hicieron un repaso de la vida y obra del autor de obras como las Torres de Satélite, en colaboración con Luis Barragán, y a quien definieron como un visionario precursor del minimalismo.

Al tomar la palabra, Kassner hizo un recorrido por las obras del homenajeado, haciendo énfasis en el Museo de El Eco, el cual albergaba obras importantes como "La serpiente", una escultura de Goeritz que actualmente se encuentra en el Museo de Arte Moderno.

Señaló que El Eco es una de las obras más significativas del artista y obra crucial en la historia del arte moderno mexicano, inaugurado en 1953 y es considerado una de las piedras angulares del arte en México.

Nota:  Mathias Goeritz, el genio de la monumentalidad a sus 100 años

Con la ayuda de un proyector, Kassner mostró a los presentes obras como la Capilla de Guadalajara, las Torres de Temixco, su Casa de Cuernavaca, la Iglesia de San Lorenzo, un par de vitrales de la Catedral Metropolitana, el Convento de las Capuchinas en Tlalpan, principalmente.

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Por su parte, Felipe Leal reflexionó acerca de lo que llamó "la parte más urbana y arquitectónica" de Goeritz, haciendo énfasis de igual manera, en el Museo Experimental de El Eco.

El arquitecto recordó el rescate que se le hizo al Eco, junto con Víctor Jiménez en el año 2005, ya que el recinto, como lo concibió el artista alemán "tuvo una vida muy corta".

"Al poco tiempo de haberlo concluido, su promotor David Limón, quien era su mentor y mecenas, falleció y el lugar fue viviendo diferentes épocas y usos: fue cabaret, centro nocturno, escuela de teatro, centro de experimentación teatral, pero ya no es la pieza arquitectónica emocional como él lo llamaba", refirió Leal para quien Goeritz ya no fue testigo de dicha recuperación.

Antes, Xavier Guzmán Urbiola, subdirector general de Patrimonio Artístico e Inmueble del INBA, recordó a Goeritz como un artista, maestro y teórico, un hombre difícil de encasillar por sus múltiples y variados intereses.

Menciono que recordarlo en el plano de la arquitectura mexicana es indispensable para analizar y entender la relación de las artes plásticas con la extraordinaria labor creativa del artista, de los valores esenciales, como una de las corrientes vanguardistas subterráneas que conforman nuestro arte actual.

"Implica reivindicar su capacidad original en donde la arquitectura, la pintura y escultura debieran ser en su concepción, una unidad", dijo al tiempo de pugnar porque la producción de Goeritz sea examinada de forma integral sin limitar sus logros artísticos o enlistar su obra plástica y arquitectónica.

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Arquitectura

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