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El arquitecto de lo imposible detrás de Hotel Budapest y Avengers

Simone de Salvatore, responsable de arte en filmes como The Avengers y Capitán América, habla sobre el proceso de construir edificios que no existen realmente.
mar 26 enero 2016 09:01 AM
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construcción_imposible - (Foto: Simone Salvatore/Especial)

Existen universos y paisajes que son difíciles, si no es que improbables, de construir a la hora de filmar una película. Es ahí donde entra el Matte Painting, el arte de representar estructuras y realidades a través de la manipulación de la pintura y de cada una de las escenas del filme, a fin de hacerlas posibles, explica el artista Simone de Salvatore, conocido por su obra en las películas The Avengers, Capitán América: el soldado del invierno, y las series Smallville y Breaking Bad.

Este tipo de recreación combina dos oficios, el digital y el artesanal, para escenificar de una manera totalmente realista estos mundos y escenarios, asegura Salvatore.

"Cuando era adolescente veía repetidamente películas como El Señor de los Anillos o Harry Potter y me sentía transportado a estos mundos, tanto por su diseño como por el simple hecho de ser fan. Empecé a soñar con ser parte de éstos, no sólo en la fantasía, como los otros millones de fans, sino, principalmente, en el proceso de creación. Quería ser parte del crew que estaba construyendo estos mundos", dice el pintor.

Para Salvatore, estos equipos de personas eran "constructores" que creaban espacios no sólo para que la historia se desarrollara, sino para que todos esos millones de personas (como él) se vieran inmersos y formaran parte de lo que estaban viendo en la pantalla. Además de constructores, eran "arquitectos de mundos".

FOTO: Cortesía Simone Salvatore

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Fue así como, en su época de universitario, comenzó a estudiar de manera autodidacta el concepto de diseño y matte painting, combinando esto con sus estudios cinematográficos, gracias a una tablet de gráficos que sus abuelos le compraron.

En la actualidad, él y su equipo creativo analizan imágenes y fotografías y las comparan con sus posibles combinaciones de colores, formas y líneas, y muchas de sus construcciones las sacan también de "sueños".

Por otra parte, también toman en cuenta la posible iluminación que éstas creaciones tendrán a la hora de cobrar vida en la pantalla grande.

"Si lo que tenemos en mente es demasiado complicado, hacemos uso de Photoshop y ahí es cuando empiezo a pintar. Todo el tiempo me ayudo con imágenes y elementos para el diseño arquitectónico o visual", comenta Salvatore, quien pintó los alrededores la mansión y los alrededores del Hotel Budapest de la película del mismo nombre, dirigida por Wes Anderson.

FOTO: Cortesía Simone Salvatore

El proceso de creación 

El artista enfatiza que la fase inicial varía en cada trabajo, dependiendo del cliente, el objetivo o los tiempos de entrega. Pero para construir un mundo ideal es necesario comenzar con un boceto para visualizar la idea. El siguiente paso es crear miniaturas o thumbnails, que son imágenes pequeñas, para establecer la composición y el mood que ésta tendrá.

FOTO: Cortesía Simone Salvatore

Una vez aprobada la miniatura, se escala la imagen y se empieza a trabajar sobre ella. 

"Es en esta etapa cuando se comienza a pintar en su totalidad sobre las fotografías. Posteriormente, esto se hará sobre otras fotografías de alta calidad, hasta tener el resultado final", explica Salvatore.

Una vez terminado el matte painting, se podrán ver los escenarios, los edificios, las construcciones, las ciudades y toda la obra en la película.

"Al final, estas imágenes sólo deben integrarse a las escenas y es lo que vemos en la pantalla grande", puntualiza el creativo.

FOTO: Cortesía Simone Salvatore

Los obstáculos

La pintura más difícil de su carrera, explica el artista, fue para la película Capitán América: el soldado del invierno, pues no era un paisaje o una construcción, sino algo muy distinto.

"Me pidieron pintar grietas en el cristal de la ventana del carro de Samuel L. Jackson (Fury) mientras era atacado por la policía. Tuve que, literalmente, crear golpes de bala”, recuerda Salvatore.

Fuera de las situaciones complicadas a las que se enfrentan día a día él y su equipo, hay experiencias muy gratificantes.

"Trabajar en la película de Hotel Budapest fue algo maravilloso. Al principio no fue fácil entender cómo debía ser la estructura del hotel. Recibí material aislado, fragmentos de película, fotogramas. Lo complicado era no saber cómo sería el resultado final, pues trabajábamos sobre pedacitos y no adivinábamos cómo iban a embonar", aclara el dibujante.

Simone asegura que no fue hasta el momento de ver la película que, con una gran sonrisa sobre su rostro, entendió totalmente la visión del director Wes Anderson.

"Nos inspiramos con imágenes de toda Europa. Tomamos como referencia hoteles de Alemania, casas en Austria, arquitectura de República Checa y Hungría, con toques vintage", expresa el creativo.

FOTO: Cortesía Simone Salvatore

La intervención a la estructura del Hotel Budapest fue un proceso complicado, pues el inmueble debía aparentar ser de la época de los sesenta, comenta el artista.

“Tenía una miniatura que había que recrear digitalmente. Para esto tuve una gran cantidad de imágenes de varios elementos tomados de ese mismo modelo pequeño. Tuve que construir el edificio pieza por pieza, ventana por ventana, y aun así no había garantía de que quedara como lo deseaba”, continúa.

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El pintor cuenta que una vez terminada la estructura tuvo que encargarse de todos los alrededores, ajustar la iluminación (también de manera digital) para que no se viera la infraestructura ‘plana’ y darle volumen.

“Algo que le sumó dificultad a este proyecto fue el hecho de que Anderson tiende a buscar que todo en sus películas sea simétrico y con formas geométricos”, indica Simone de Salvatore.

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Arquitectura

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