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El Pritzker 2016 abre los planos de sus proyectos sociales al mundo

Alejandro Aravena puso a libre disposición sus diseños de habitabilidad sostenible para construir viviendas para los refugiados, entre los que se encuentra un proyecto en Monterrey.
mié 06 abril 2016 10:59 AM
Alejandro Aravena Pritzker
Alejandro Aravena Pritzker - (Foto: EFE)

El arquitecto chileno Alejandro Aravena, quien acaba de recibir el Premio Pritzker en Naciones Unidas, puso este martes a disposición de los gobiernos de todo el mundo sus proyectos de habitabilidad sostenible para construir viviendas para los refugiados que se encuentran en campos de detención.

En rueda de prensa, pocas horas después de recibir el premio en la sede de Naciones Unidas en Nueva York, Aravena aseguró estar "disponible" para gobiernos y administraciones dispuestos a atajar la problemática de la vivienda.

"Ahí los tienen. Los archivos y planos. Una razón menos por la que decir que no es posible", señaló el premiado, que dijo que sus soluciones para la escasez de vivienda y falta de medios sirven para el caso de igual modo para inmigrantes que refugiados.

Los proyectos liberados incluyen a Villa Verde, labor de reconstrucción de la ciudad de Constitución, una de las más afectadas por el terremoto en Chile en 2010. FOTO: Premio Pritzker/Cortesía

El galardonado arquitecto explicó que a desde el martes 5 de abril pondría a disposición de todo el mundo a través de internet los planos de sus proyectos de vivienda social que le han merecido el premio.

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Los proyectos liberados incluyen a Villa Verde, labor de reconstrucción de la ciudad de Constitución, una de las más devastadas por el terremoto y el tsunami que el 27 de febrero de 2010 sacudió Chile y dejó medio millar de muertos y unos 800,000 damnificados.

Los otros tres proyectos que pueden descargarse en la página de Elemental, el colectivo que el arquitecto chileno dirige, son la Quinta Monrroy, construida en Iquique, Chile; Lo Barnechea, localizada en Santiago, y un desarrollo hecho en Monterrey, Nuevo León.

El complejo de Monterrey constituye un ejemplo del estándar de vivienda de clase media conseguido por los propios residentes, indica la página del Premio Pritzker.

 

Complejo en Monterrey, Nuevo León, México. FOTO: Premio Pritzker/Cortesía 

El ABC de la vivienda escalable

Aravena, que compareció ante los medios  portando orgulloso la medalla del Pritzker , alertó que solo con una construcción sostenible es posible encarar desafíos como los actuales 1,000 millones de personas que viven en áreas urbanas en condiciones infrahumanas.

"Para hacer frente a esta realidad habría que construir 1 millón de viviendas a la semana", dijo Aravena, que reivindica a los mercados un "cambio de paradigma" en la construcción.

A propósito de las dificultades de financiación para viviendas sociales en todo el mundo y especialmente en los países en desarrollo, para los que se orientan la mayoría de los proyectos que le han llevado al Pritzker, el arquitecto señaló que "lo que realmente sale caro es construir mal".

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Junto con los documentos descargables de sus proyectos, Aravena compartió en la página de Elemental un documento llamado El ABC de la vivienda incrementable, donde admite que los recursos disponibles para satisfacer las necesidades de vivienda de la población son insuficientes.

"Para hacer frente a dicha escasez de medios, el mercado tiende a hacer dos cosas: reducir y desplazar; reducir el tamaño de las casas, poniendo en peligro la calidad de vida de sus habitantes, y desplazarlos a las periferias marginadas donde la tierra no vale nada, segregándolos de las oportunidades que los hicieron llegar a las ciudades”, señala el texto.

Para hace frente a este problema, el arquitecto propone:

5 condiciones del diseño de la vivienda social

  1. Buena localización: hacer proyectos lo sufrientemente densos para pagar por sitios costosos, pero bien localizados.
  2. Crecimiento armónico en el tiempo: construir estratégicamente la primera mitad (la estructura, los servicios básicos, baño, cocina, escaleras, techo) de manera que la estructura ocurra gracias al diseño y no a pesar de él. Enmarcar las actuaciones y acciones individuales, de modo que consigamos una personalización en lugar del deterioro del vecindario.
  3. Trazo urbano: establecer entre el espacio privado (lote) y el espacio público (calle), el espacio colectivo, no mayor a 25 familias, por lo que los acuerdos sociales se puedan mantener.
  4. Proveer estructura para el escenario final de crecimiento (una vivienda de clase media) y no solo para el inicial.
  5. ADN de Clase media: planear para una construcción final de por lo menos 72 m2 o cuatro recamaras (3x3 m) con espacio para un armario o una cama doble. Los baños no deben estar en las puertas frontales (lo cual es el caso típico para ahorrar en tuberías), pero sí donde los dormitorios estén;  pueden incluir una bañera, no solo una regadera, y espacio para la lavadora. Debe tener la posibilidad de un espacio para estacionar un auto. 

"Nada de esto está ni siquiera cerca en el caso de la vivienda social actualmente", indica el documento.

Vivienda Quinta Monroy, Iquique, Chile. FOTO: Premio Pritzker/Cortesía

En otras palabras, los proyectos de vivienda social deben asegurar el balance: viviendas de pocos pisos de alta densidad, sin hacinamiento, con posibilidad de expansión.  

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"Un edificio sostenible y adaptado al entorno lo disfrutan familias durante generaciones y también trae beneficios al conjunto de la ciudad", añadió.

En ese sentido, destacó que "la arquitectura es capaz de aportar el valor añadido de la síntesis a problemáticas muy complejas como la vivienda o la inmigración".

Al arquitecto le gusta pensar que la arquitectura es capaz de bajar de su aura elevada para aportar a los grandes debates del mundo global con sus lenguajes y soluciones propias.

De 48 años, director de la sección de arquitectura de la Bienal de Venecia y profesor visitante de la Universidad de Harvard, Aravena recibió la medalla del galardón de manos del presidente de la Fundación Hyatt, Thomas J. Pritzker.

La concesión del premio fue anunciada el pasado 13 de enero, y ya en ese momento se destacó la destreza de Aravena para combinar el arte con la responsabilidad social en sus creaciones, desde importantes edificios hasta viviendas sociales.

*Con información de EFE

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