Vivir en las alturas: las 3 tendencias de los rascacielos en 2016
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"Lo peor que le puede pasar a una ciudad es no crecer", dice Alejandro Stochetti, director de Adrian Smith+Gordon Gill, firma de arquitectura que actualmente construye la Kingdom Tower, un rascacielos de un kilómetro de altura en Jeddah, Arabia Saudita.
El arquitecto explica algunas de las razones del boom de la construcción de rascacielos iniciado desde hace cinco años, que prevé continuará al menos hasta 2030.
Las ciudades deben crecer hacia donde puedan, sin embargo, "hacia arriba es más eficiente", indica Stochetti.
"El mundo cada vez es más urbano y global, y las ciudades compiten para atraer talento, inversiones y nuevas oportunidades. La única forma de responder a esas necesidades es con rascacielos", abunda el arquitecto.
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Estas son algunas de las tendencias que sigue actualmente la edificación de rascacielos, de acuerdo con Stochetti y otros arquitectos.
1. Tipología mixta
Kingdom Tower y Burj Khalifa son edificios que "te permiten vivir, trabajar y tener tiempo libre en el mismo lugar: son ciudades verticales". Las construcciones no tienen que ser tan altas, pueden ser de 50 pisos, "pero es la única forma de hacer progresar a las ciudades".
Esta tendencia también conlleva retos, como ser más eficiente, consumir menos energía y menos materiales de construcción, así como mejorar la tecnología que permite que el edificio 'viva' (elevadores, aire acondicionado o pieles que reduzcan la ganancia de calor).
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El arquitecto Juan Vergara, socio del despacho mexicano VF-O, opina que los rascacielos que se conciban en 2016 seguirán teniendo un tipo de uso mixto, pues “resuelven un problema de falta de tierra o espacio en las ciudades” y permiten satisfacer necesidades en un solo lugar.
VF-O diseñó la torre Koi, en Monterrey, que se perfila como la más alta que tendrá México en 2016.
2. Uso de materiales más eficientes
Vergara dice que la tendencia del uso de materiales prefabricados seguirá porque bajan la huella de carbono y hacen más eficiente la construcción.
El arquitecto menciona que ahora en la Ciudad de México las torres se hacen más con estructura de acero que de concreto, "o encuentras combinaciones mixtas, pero la tendencia es hacerlos de acero con núcleos rígidos de concreto".
En la torre Koi, la estructura es totalmente de concreto, dictado por las pruebas de túnel de viento realizadas para cumplir con los parámetros de rigidez.
3. Diseño eficiente
El arquitecto David Domínguez Muñoz, del despacho Edmonds International, menciona que tanto los edificios altos nuevos como los existentes buscan la sustentabilidad certificada. En el caso de los últimos es más complejo, pues han sido pensados fuera de esos criterios, aunque muchos ya cumplen con los requisitos e incluso ostentan una certificación.
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El arquitecto, certificado LEED (Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental, por sus siglas en inglés) AP, que reconoce el uso eficiente de los recursos, menciona el caso del edificio Tai Pei 101, de 508 metros de altura y construida en 2004, que ahora es LEED Platino, la categoría más alta de la certificación otorgada por el Consejo de Construcción Verde de los Estados Unidos (USGBC por sus siglas en inglés).
Otro ejemplo es el del Empire State en Nueva York, donde la envolvente no era eficiente en cuanto a capacidad térmica. Como solución, cambiaron todas las ventanas del edificio. Ahora está certificado LEED Oro, cuenta Domínguez.
En México, hay casos como el del World Trade Center, en la Ciudad de México, que obtuvo su reconocimiento Oro después de ser construido, o el de Torre Mayor, también en la capital mexicana, menciona el también coordinador del proyecto LEED Lab en la Universidad Iberoamericana.
"Ya no me imagino ningún edifico que no considere ahorro de agua, de energía, envolvente eficiente y (de) sistemas aire acondicionado e iluminación inteligentes que se vayan adaptando a las condiciones de ocupación y climáticas particulares del lugar donde está ubicada la torre", advierte el especialista.
En un futuro, Stochetti imagina una ciudad de edificios conectados en diferentes alturas, que eliminen la necesidad de tener que bajar al lobby para trasladarse de una torre a otra.
Imagino "una ciudad en tres dimensiones", dice, y pronostica que eso ocurrirá en los próximos 10 años, "es una ciudad que no está tan lejana".
Este artículo fue publicado originalmente en la edición enero-febrero de 2016 de la revista Obras