Space y iLab, quinto lugar de los #10Despachos + disruptivos 2017
Nota del editor: Esta nota se publicó originalmente en la edición 531 de la revista Obras , 10 Despachos + Disruptivos, correspondiente a marzo de 2017.
Una persona tarda en concentrarse 20 minutos. Ese mismo tiempo es el que se mantiene atento a una tarea, de acuerdo con estudios realizados por la Universidad de California. Pero este periodo puede aumentar si se evitan estímulos auditivos que fomenten la distracción, como la voz humana.
Con esa idea, el despacho de arquitectura Space, la consultora en innovación iLab y la firma con sede en Los Ángeles Focus@Will desarrollaron una aplicación de música que aísla los distractores para aumentar la concentración hasta por dos horas más.
La propuesta de Space es instaurar ésta y otras tecnologías innovadoras en los diseños arquitectónicos a fin de tener ambientes más productivos y usuarios más felices.
Esto le ha valido ser quinto lugar de los #10Despachos + disruptivos 2017 de Obras.
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El punto de partida es la constatación de que las empresas suelen dejar de lado la innovación en sus instalaciones y solo se plantean avanzar con las nuevas tecnologías cuando es necesario cambiar de oficina, explica Juan Carlos Baumgartner, fundador y socio director de Space.
"Con las herramientas que comenzamos a desarrollar, nos dimos cuenta de que teníamos que ofrecer una oportunidad en las organizaciones para ayudarlos a pensar en el futuro, partiendo de la arquitectura", menciona el directivo.
De ahí, la alianza con iLab, fundada por Iván Morales, quien tras varios años en la industria musical llegó a la conclusión de que innovación estaba rebasando al sector, así que decidió participar en el crecimiento de la tecnología.
Investigaciones neuroergonómicas y psicoacústicas están detrás de los proyectos que realizan Space & iLab. FOTO: Cortesía del Despacho
La combinación de Space con iLab, empresa autónoma pero que funciona de forma paralela al despacho, opera como link entre la arquitectura y las nuevas tecnologías para crear proyectos que vayan más allá de la edificación. Y para ello, se han acercado a centros como Singularity University, especializada en innovación y emprendimiento.
El objetivo es producir experiencias para usuarios en un entorno disruptivo que complementa el diseño. De ahí, la planeación de escuelas o centros de trabajo que además tengan instalada la aplicación de Focus@Will para mejorar la concentración y los niveles de productividad, pero también de felicidad y de com- promiso con la organización.
Aplicaciones en el mundo real
Las investigaciones se realizaron en la Universidad de California. En la escuela fue donde Baumgartner y Morales identificaron que podían usar la psicoacústica en proyectos arquitectónicos. "Solamente se tenían los estudios teóricos, pero no sabían cómo utilizarlo en el mundo real. No lo llevaban a un usuario", explica Morales.
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La aplicación es algo más que un servicio de música en streaming. Sus melodías están diseñadas y reguladas por algoritmos. La clave, según Focus@Will, es mantener la mente lejos de las distracciones, pero al mismo tiempo evitar que se caiga en la monotonía del mundo laboral.
Space & iLab aplican en sus proyectos tecnología con fundamentos en investigaciones neuroergonómicas y psicoacústicas, basadas en ontological design.
La aplicación es solo una de las herramientas que desarrollan, pero también trabajan en estudios para combatir el déficit de atención sin necesidad de consumir medicamentos.
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Morales dice sentirse satisfecho de esta vinculación de instrumentos a favor del usuario. "El objetivo es beneficiar a una organización y lo estamos haciendo a través de las personas, de los individuos. Y lo tratamos de diseñar para la felicidad, que ese individuo no sea sólo más productivo, si no mucho más feliz”, expone.
Ambas firmas trabajan y diagnostican a las empresas para saber de qué manera pueden contribuir a mejorarlas y a beneficiarlas con tecnologías que no sólo sean arquitectónicas.
La alianza ofrece toda una caja de herramientas con las que se puede completar un proyecto integral e innovador en su forma de trabajo. El gran reto, dicen Baumgartner y Morales, es cómo ofrecerles a los clientes un despacho multidisciplinario con tecnologías que preparan a las personas para los cambios radicales del futuro.
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