Calidad del espacio, el eje de la Bienal de Arquitectura de Venecia
La calidad del espacio y su importancia como elemento en torno al que gira la arquitectura, será el eje rector de la XVI Bienal de Arquitectura de Venecia, un escaparate de relevancia internacional que contará este año con 63 participaciones nacionales.
Esta bienal estará comisariada por las arquitectas irlandesas Yvonne Farrell y Shelley McNamara, fundadoras del estudio Grafton Architects, y se desarrollará en torno al tema Freespace (Espacio libre) del 26 de mayo al 25 de noviembre.
Desde este miércoles se presentarán a la prensa las distintas propuestas y los pabellones irán inaugurando progresivamente sus sedes los Giardini, el Arsenal y el centro histórico de Venecia antes de recibir al público el 26 de mayo.
El presidente de la Bienal de Venecia, Paolo Baratta, explicó que el concepto Freespace quiere llamar la atención a los arquitectos participantes sobre la idea de "la calidad del espacio, del espacio libre y gratuito" para que reflexionen sobre cómo la arquitectura se adapta continuamente al espacio en el que vive el ser humano.
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"Nuestra esperanza es que la palabra Freespace permita analizar las aspiraciones, las ambiciones y la generosidad de la arquitectura", señalaron, por su parte las dos comisarias, Farrell y McNamara, en un comunicado.
Este año participan 63 pabellones nacionales, seis de ellos por primera vez: la Santa Sede, que tendrá un pabellón en la isla San Giorgio Maggiore, Guatemala, Antigua y Barbuda, Arabia Saudí, Líbano y Pakistán.
España presentará en su histórico pabellón situado en los Giardini el proyecto Becoming, comisariado por la arquitecta Atxu Amann, una propuesta que mostrará acciones, discursos y producciones que estudiantes españoles de arquitectura han desarrollado entre 2012 y 2017.
Por su parte, Chile reflexionará sobre la incidencia de la arquitectura en las sociedades y en las ciudades con su propuesta Stadium; mientras que México apelará a la libertad de imaginación y creatividad de la arquitectura en Echoes of a Land, y Perú rendirá homenaje a las huacas (lugares sagrados, en quechua) para conectar el pasado y el presente en su exposición En reserva.
Guatemala se estrenará en esta bienal con un proyecto llamado Stigma; Uruguay invitará a reflexionar sobre la incidencia de la arquitectura en las prisiones; Argentina trazará un vínculo entre arquitectura y sociedad, y Venezuela proyectará tres planes urbanísticos impulsados por el gobierno del país.
La Santa Sede participará también por primera vez en esta exposición internacional sobre arquitectura y lo hará con un impresionante pabellón compuesto por 10 capillas situadas en un bosque y diseñadas por arquitectos como el británico Norman Foster, los españoles Eva Prats y Ricardo Flores, la brasileña Carla Juacaba o el chileno Smiljan Radic.
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Será un pabellón situado en un lugar privilegiado, la pequeña isla de San Giorgio Maggiore, justo al otro lado de la Plaza de San Marco, cruzando el Gran Canal, y las 10 capillas que invitan al público a peregrinar serán desmontables, con lo que una vez concluya la Bienal podrán ser trasladadas a otros lugares.
Estados Unidos, por su parte, abordará el concepto de la ciudadanía y cómo la arquitectura se relaciona con las sociedades, y Alemania hablará de los desafíos contemporáneos que enfrentan los estados, con una exposición que han denominado Unbuilding Walls (Desmontando muros).
Además de las participaciones nacionales, la Bienal organiza una serie de eventos colaterales, propuestos por instituciones internacionales.
Entre ellos destaca el que organiza el Institut Ramon Llull, Sueño y naturaleza, sobre los sueños de los arquitectos Rafael Aranda, Carme Pigem y Ramon Vilalta, que forman el estudio RCR, ganador del premio Pritzker 2017, considerado el Nobel de la Arquitectura.