Los 9 proyectos reconocidos por el Instituto Americano de Arquitectos

CIUDAD DE MÉXICO. American Institute of Architects (Instituto Americano de Arquitectos, AIA por sus siglas en inglés) reconoció a nueve proyectos en la edición 2019 de sus Premios de Honor para la Arquitectura.

Este programa reconoce a lo mejor de la arquitectura contemporánea y destaca como las formas de los edificios y espacios pueden mejorar la vida de las personas.

El jurado, de nueve integrantes, selecciona proyectos que demuestran los logros del diseño, incluido el sentido del lugar y el propósito, la ecología, la sostenibilidad ambiental y la historia.

Esta escuela, diseñada por Mahlum Architects, está ubicada en Tacoma, Washington. Arlington es un ejemplo de lo que puede suceder cuando una comunidad replantea las escuelas estándar e inculca una cultura que apoye a los estudiantes.

No hay aulas, solo espacios para alumnos y actividades de aprendizaje. Las estaciones de enseñanza son móviles, los muebles apilables crean divisiones suaves de espacio y en las paredes se puede escribir además de que pueden moverse, lo que brinda a los estudiantes espacio para explorar.

Este hospital fue diseñando por Hariri Pontarini Architects y se encuentra en Ontario, Canadá. Realizar el proyecto tomó más de 10 años y su objetivo es hacer que los pacientes se sientan en la comodidad de su hogar.

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La nueva estructura asemeja a una mansión de 1875, apodada la 'Dama Gris'. Los temas de unificación de calidez, intimidad, privacidad y solidaridad, son evidentes en el diseño, que se inspiró en el AIDS Memorial Quilt y su expresión simbólica de la batalla contra la enfermedad del VIH.

A las orillas del Rio San Antonio en Texas, se encuentra Confluence Park, diseñado por los despachos de arquitectos Lake | Flato Architects y Matsys.

Este parque es una parte del proyecto de restauración ambiental más grande de Estados Unidos y es descrito como un laboratorio viviente, que tiene el objetivo de ampliar la comprensión de los visitantes sobre los ecotipos del sur de Texas y el impacto del desarrollo urbano en las cuencas hidrográficas locales.

En Memphis, Tenesse, había un centro de distribución minorista que había estado abandonado desde 1980 y la firma de arquitectos Looney Ricks Kiss transformó esta zona de deterioro urbano en una comunidad vibrante.

Fue inaugurado en agosto de 2017 y logró una ocupación completa en menos de un año. Dentro del inmueble hay una escuela secundaria autónoma con capacidad para 400 estudiantes, un gimnasio, un teatro de caja negra con capacidad para 450 personas, una galería de arte gratuita, una estación de radio, 300 departamentos y la clínica dental privada más grande de Estados Unidos.

En el aniversario 200 de la emblemática Glorieta de la Universidad de Virginia, en Charlottesville, Virginia, la firma John G. Waite Associates, Architects, PLLC, comenzó a trabajar en su restauración.

Esta glorieta, considerada el logro arquitectónico más importante de Thomas Jefferson, fue dañada en 1895 por un incendio que solo dejó en pie sus paredes de ladrillo. Dos restauraciones mal hechas comprometieron aún más la estructura, por lo que el despacho utilizó las medidas de conservación más avanzadas disponibles.

Un techo con fugas fue reemplazado por uno de cobre, mientras que contratistas especializados limpiaron, estabilizaron y volvieron a colocar las paredes de ladrillo. Las molduras metálicas exteriores del edificio, que datan de la década de 1890, se restauraron, y los capiteles de columnas en los pórticos norte y sur se reemplazaron por unos de mármol de Carrara que reproducen con precisión los diseños originales de Jefferson.

Cerca del Aeropuerto Internacional de Chicago O'Hare, en Illinois, se encuentra Smart Factory un edificio industrial renovado por el despacho de arquitectos de Barkow Leibinger.

Este inmueble, que solía estar abandonado, cuenta con dos pisos. En la planta alta se encuentra una sala de exposición para una máquina herramienta alemana y un fabricante de láser al no contar con columnas y brinda espacio para recibir a los clientes e informarles sobre los últimos avances tecnológicos.

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Los interiores se definen por acabados industriales sencillos de acero, madera carbonizada, concreto pulido y metal expandido. En la planta baja se planea que pronto tenga vestíbulos, salas de reuniones, una oficina abierta y un auditorio.

En Washington D.C. se encuentra este museo que celebra la cultura afroamericana.

Diseñado por The Freelon Group, Adjaye Associates, Davis Brody Bond y SmithGroup, este inmueble está ubicado en el National Mall.

Patrones de 3,600 paneles de color bronce envuelven el museo aluden a la ornamentada herrería que se encuentra en ciudades como Nueva Orleans y Charleston, S.C., donde los estadounidenses de ascendencia africana suelen diseñar y fabricar ese tipo de trabajo.

En entrada principal hay un amplio atrio con una piscina reflectante da la bienvenida a todos los visitantes que se acercan.

En Nueva Orleans, Luisiana, la firma OJT, continuó la iniciativa Starter Home*, que ofrece viviendas a vecindarios urbanos históricos que se están gentrificando rápidamente. El proyecto renegocia las condiciones existentes en el sitio para maximizar la densidad residencial.

La iniciativa está ubicada en el vecindario Irish Channel, donde hay una combinación industrial y residencial de baja densidad. No es raro encontrar almacenes industriales y casas en el mismo bloque.

Utilizar la forma de un almacén fue la base del proyecto por parte del equipo. La inclinación gradual del techo a lo largo del desarrollo fomenta el lenguaje industrial del vecindario.

En la ciudad de Blåvand, Dinamarca, el despacho de arquitectos de BIG-Bjarke Ingels Group transformó un búnker alemán de la Segunda Guerra Mundial, que nunca fue terminado, en el TIRPITZ Museum.

A la pesadez del búnker de cemento, la intervención de los arquitectos agrega una plaza pública central rodeada de espacios llenos de luz incrustados en el paisaje.

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El Parque Nacional del Mar de Wadden, donde se encuentra el recinto, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, ya que contiene el sistema ininterrumpido más grande del mundo de arenas intermareales y planicies de lodo.

Por ello, TIRPITZ Museum fue construido bajo tierra, para disminuir su impacto en la región. Parece ser una duna de arena natural desde la distancia.