Descubren restos de una vivienda del periodo virreinal temprano en la CDMX
CIUDAD DE MÉXICO. A casi 500 años de la conquista por parte de Hernán Cortés de México-Tenochtitlan, capital del imperio mexica, arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) descubrieron los restos de una vivienda erigida al poco tiempo de este evento.
El INAH informó el 6 de agosto pasado en un boletín que los restos arqueológicos se hallaron en el inmueble número 17 de la calle Justo Sierra, en el centro histórico de la Ciudad de México.
Mediante la creación de unos pozos de más de 2.40 metros de profundidad en este inmueble, que data de 1870, se encontraron los restos de pisos (suelo) de lajas de basalto y otros elementos de una vivienda, construido siglos atrás.
El arqueólogo Raúl Barrera Rodríguez, responsable del Programa de Arqueología Urbana (PAU), contó que también se ubicó una plataforma -de escasos 40 centímetros de altura y 12 metros de longitud (excavados hasta ahora)- con orientación norte-sur, "que, posiblemente, pertenece a la que corre por detrás del Templo Mayor", que se ubica en el zócalo capitalino.
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A raíz de esto, un equipo de especialistas del PAU del Instituto exploró los vestigios de esta plataforma que corría detrás del espacio ritual más importante de Tenochtitlan: el Templo Mayor; así como los de la mencionada casa del periodo virreinal temprano (1521-1620 d.C.).
El experto comentó que esta estructura, cuya construcción se sitúa en el periodo de gobierno de Moctezuma Xocoyotzin (1502 a 1520 d.C.), con el que se entrevistó Cortés, "podría formar parte del límite este del recinto sagrado mexica".
En un pozo de sondeo abierto en el extremo noroeste del predio, llamó la atención de los arqueólogos "la presencia de vestigios arquitectónicos, correspondientes a una casa del periodo virreinal temprano".
Ésta estaba hecha con materiales constructivos -consistentes en lajas de basalto, bloques de andesita y sillares de tezontle (una roca roja de origen volcánico)- que fueron reutilizados para construir viviendas "de los aliados de Hernán Cortés", a pocos años de la caída de Tenochtitlan, el 13 de agosto de 1521.
Para determinar, en lo posible, las características de esos restos, los especialistas extendieron la excavación hasta los 3.60 metros de largo por dos metros de ancho y 2.70 metros de profundidad.
De esta manera "hallaron una escalinata en buen estado de conservación, adosada a un muro de un metro de anchura, roto y de aristas ochavadas, la cual servía de acceso lateral a la vivienda", recogió el boletín.
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Según Barrera, el descubrimiento es una "maravilla" porque en él se observan detalles como un fino estuco de cal y arena, "de hechura típicamente indígena". "Pero el patrón arquitectónico de esta vivienda ya es netamente europeo", relató Barrera sobre el descubrimiento.
"Un aspecto interesante que observamos en los restos de esta casa es que no se usó el piso prehispánico, sino que nivelaron mediante rellenos que oscilan entre los 15 y los 40 centímetros", apuntó.
Tras el descubrimiento, ahora se está investigando acerca de los materiales recuperados, los cuales van desde fragmentos de cerámica de los periodos prehispánico, virreinal temprano y virreinal tardío (con una presencia destacada de mayólicas), restos de figurillas que representaban a la variopinta sociedad virreinal e innumerables restos de fauna, concluyó el INAH.