Para algunos, son solo un par de construcciones interesantes; para otros, son joyas de la arquitectura con enseñanzas de historia y diseño en cada rincón. Las casas de cristal de Mies van der Rohe y Philip Johnson, figuras mundialmente reconocidas, han prevalecido físicamente en el tiempo y se han convertido en espacios visitados por personas de todo el mundo.
5 lecciones de las casas más famosas del mundo para mantenerse atractivas
Pero este conocimiento y vigencia no se ha dado de facto. A pesar de ser edificaciones famosas, quienes están a cargo de su gestión deben llevar a cabo acciones que permitan su valoración, difusión y conservación.
Durante el segundo día del Foro Internacional: Casas Emblemáticas del Siglo XX en México y en el Mundo, Scott Mehaffey y Kirsten Reoch, directores de estos dos inmuebles respectivamente, comentaron que se deben hacer esfuerzos en distintos niveles para que los espacios permanezcan. Estos van desde lo local hasta la transformación del uso del espacio.
1. Protección de la comunidad
El primer paso para que las viviendas prevalezcan está enfocado en un radio corto, coinciden ambos directivos, ya que la clave para que las casas se mantengan está en la comunidad.
De acuerdo con Scott Mehaffey, la labor de acercar a los vecinos inmediatos al inmueble, comunicar su importancia y hacerlos partícipes del proyecto fomenta el sentimiento de apropiación, lo que hace que el inmueble sea cuidado.
Estas acciones se pueden llevar a cabo mediante la creación de eventos exclusivos para ellos, tarifas especiales, concursos y estrategias como llevar a las escuelas al lugar, ejemplifica Kirsten Reoch.
En México, se ha hecho algo similar con la Casa Estudio Luis Barragán, en la que se ha buscado incluir a los vecinos de Tacubaya y Observatorio a través de dinámicas que les permiten conocer más del legado arquitectónico de Barragán. La apropiación ha sido tal que la comunidad ha buscado pintar sus casas con colores similares a los usados en la edificación.
2. Un nuevo significado al espacio con otras actividades
Para hacer más atractivos los espacios, los directivos de las casas de cristal han buscado que sea identificable la diferencia entre un museo y un sitio de turismo patrimonial. Los inmuebles, al estar catalogados como lo segundo, sirven para realizar actividades de distintos tipos en su interior.
Algunos de estos eventos incluyen shows de luces, dramatizaciones, rallys, cursos (presenciales y en línea) y exposiciones que buscan atraer a un público que no hubiera sido atraído solo desde el discurso arquitectónico. Esto también permite que los visitantes puedan ir al lugar más de una vez en su vida.
3. Difusión en todo el mundo por diferentes medios para distintos públicos
La clave para dar a conocer la existencia del espacio y mostrar su importancia es la difusión, la cual debe estar segmentada para diferentes públicos, alcances y plataformas.
La Casa de Cristal de Philip Johnson, por ejemplo, realiza eventos fuera del sitio para dar a conocer el inmueble más allá de sus fronteras.
En cuanto a plataformas digitales, comienzan a buscar difundir contenido sobre la construcción en redes sociales como TikTok, para acercarse a las nuevas generaciones y crear audiencias jóvenes.
Recursos como recorridos, historias orales, videos de realidad virtual, podcasts y hasta tours en diferentes idiomas también son herramientas utilizadas por las casas para mejorar su alcance.
4. Renovaciones del espacio
Esto no solo se refiere a dar mantenimiento; aunque es importante la conservación y rehabilitación constante, “jugar” con el lugar es también una estrategia para que se mantenga vigente.
En el caso del diseño de Mies van der Rohe, durante un periodo de tiempo se guardaron los muebles originales del diseñador y se sustituyeron por propuestas contemporáneas inspiradas en ellos, pero hechos por otros artistas.
Aunque en su momento la propuesta causó polémica, también fomentó que personas que ya conocían el espacio volvieran y permitió mostrar otra cara de la casa.
5. Turismo controlado
Para que el compromiso con las comunidades aledañas a los espacios sea mutuo, la gestión de los inmuebles se encarga también de evitar que se haga daño a la sociedad a pesar del turismo, por lo que se entablan estrategias para que este sea controlado.
Por ejemplo, en el caso de la obra de Philip Johnson, que está a una hora en tren de Nueva York, el recorrido para llegar desde la estación pasa por comercios en donde trabajan personas de la comunidad, y después se encuentra con transporte de la casa que lleva directamente al lugar en grupos de máximo 13 personas, cada cierto tiempo.
Esto permite no aumentar el tráfico, controlar el aforo y dar visitas más enriquecedoras y ordenadas.
Las casas
Las casas de cristal de Mies van der Rohe y Philip Johnson son íconos de la arquitectura moderna, ya que combinan la estética, funcionalidad y el inicio de la tendencia de la eliminación de límites entre el interior y exterior.
La Casa Farnsworth de Mies van der Rohe, ubicada en Illinois, es un ejemplo clásico del estilo minimalista que el arquitecto promovió. Con sus líneas limpias y estructura de acero y vidrio, esta casa busca integrar el interior con el entorno natural, creando una sensación de continuidad y transparencia.
Por su parte, la Casa de Cristal de Philip Johnson, situada en New Canaan, Connecticut, sigue principios similares, pero con un enfoque más personal y experimental, reflejando la visión única del arquitecto.
Ambas edificaciones no solo son reconocidas por su estética innovadora, sino también por su impacto duradero en la arquitectura contemporánea.
La Casa Farnsworth, construida entre 1945 y 1951, y la Casa de Cristal, en 1949, desafíaron el diseño tradicional de la vivienda mediante el uso de vidrio, permitiendo que el paisaje se convierta en una parte protagónico del espacio y quitándole el protagonismo al inmueble al no interrumpir el panorama.
Esta transparencia crea una conexión más íntima entre el habitante y la naturaleza, por lo que las viviendas fueron usadas por sus diseñadores, principalmente, para el descanso.
La influencia de las casas de cristal de Mies van der Rohe y Philip Johnson se extiende más allá de su diseño arquitectónico, sirviendo como inspiración para generaciones de arquitectos y diseñadores.