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El desafío de los trenes

OPINIÓN: En estos proyectos la demanda es primordial, ya que debe proveer los recursos para retribuir la inversión privada y la operación.
vie 10 mayo 2013 09:57 AM
Desafio de los trenes
Desafio de los trenes - (Foto: Ilustraci�n: Ixchel Estrada)

A pesar de la situación económica internacional adversa, México ha mantenido crecimientos moderados y una tasa de inflación baja. La perspectiva para 2013 es crecer alrededor de 3.5% y, a partir de 2014, a tasas superiores a 5%. Para ello el presidente Enrique Peña Nieto impulsará la infraestructura carretera, portuaria y ferroviaria. Respecto a la última, mencionó que "en México volveremos a tener trenes de pasajeros", en referencia a seis proyectos interurbanos y suburbanos.

En México el primer proyecto ferrocarrilero surgió en 1837, con el fin de conectar al DF con el puerto de Veracruz y con Puebla. Durante el Porfiriato se construyeron casi 20,000 kilómetros de vías férreas, las empresas privadas realizaron la mayoría de éstas, que después fueron nacionalizadas y, en los 90, privatizadas para olvidar a los pasajeros y dedicarse a la carga, a excepción de las rutas turísticas Chihuahua-Pacífico (Chepe) y Guadalajara-Tequila.

La política pública
El gobierno federal ha enfocado su política de infraestructura de transporte en carreteras (1988 y 2000), puertos (1991), ferrocarriles (1994) y aeropuertos (1995).

El transporte de personas mediante ferrocarril quedó relegado hasta ahora que la agenda ambiental, la conectividad entre urbes cercanas y la imposibilidad de ampliar ciertas carreteras hacen de esta forma de transporte una opción.

La intención del gobierno actual de impulsar los trenes de pasajeros enfrenta retos como el derecho de vía, los montos de inversión y financiamiento, el nivel de aportación del gobierno, la madurez de la demanda y la coexistencia con los actuales concesionarios de las vías, entre otros.

Los proyectos considerados son: la ruta México-Querétaro, la ruta México-Toluca, el Transpeninsular Yucatán-Quintana Roo, el transporte masivo Chalco-La Paz (área metropolitana del DF), la línea 3 del metro de Monterrey (licitado) y la ampliación del tren eléctrico de la zona metropolitana de Guadalajara.

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La inversión 
La inversión estimada para los proyectos oscila entre 5,000 y 7,000 mdd, y provendrá mayormente de las fuentes públicas, aun cuando se utilicen las modalidades de participación público privada. En promedio, la inversión inicial en proyectos ferroviarios se distribuye en: equipo rodante, 20%; infraestructura, 70%, y otros conceptos de inversión, 10%.

Las fuentes de recursos provienen generalmente en el siguiente orden: de 50 a 60% del sector público, 30% financiamiento privado y de 10% a 20% de otras fuentes como ingresos preoperativos. Esta distribución supone que no hay subvención u otro tipo de participación en la operación.

Debido a la cuantía de las inversiones y la gran concentración de recursos públicos necesarios para el desarrollo de los proyectos, la demanda es primordial, ya que debe proveer los ingresos necesarios para retribuir la inversión privada y la operación, así como justificar la inversión pública, es decir, socialmente rentable.

Lo anterior evidencia la importancia de realizar estudios legales, técnicos y económico financieros muy robustos, que concluyan con alto grado de certidumbre la viabilidad de los proyectos.

No existe una estructura de APP común para trenes de pasajeros, por lo que el éxito de cualquier proyecto depende no sólo de la selección de la APP sino de su correcta implementación, para ello se debe analizar con detalle la posibilidad de combinar o separar distintas actividades dentro del contrato, siempre pensando en el riesgo de interfaces.

Las interfaces se dividen en: físicas, del proyecto y relacionadas con el sistema actual. Dentro del primer grupo están: estructuras/vía (contemplan retrasos       en la construcción de túneles, puentes, etc., impactan tiempos de construcción de las vías); rieles/ruedas (cuando el que construye los rieles es distinto al que manufactura el material rodante); y señalización/material rodante (con implicaciones si son contratados por separado).

En el segundo grupo se integra el diseño/construcción, construcción/entrega y construcción/operación; en el tercero se deben considerar rieles, estaciones, señalización y sistemas de seguridad, así como el régimen de mantenimiento.

Los estudios deben permitir validar la asignación de compromisos contractuales o concesionales realistas para cada uno de los actores acordes al proyecto, por lo que se tienen que considerar diversos aspectos a partir de los siguientes cuestionamientos: 

• ¿Cómo incentivar la innovación? (especificaciones de entrada vs. de salida. Dentro de las primeras, el diseño detallado de los puentes, las instalaciones y los tipos de trenes a usarse. En las segundas, el número de pasajeros por hora entre dos estaciones y la disponibilidad de la infraestructura, es decir, el retraso en los trenes por una falla). 

• ¿Cómo incentivar que los privados se hagan cargo de todos los costos durante la vida del contrato a fin de que sus propuestas representen valor por el dinero para el gobierno?

• ¿Qué mecanismo de pagos utilizar para transferir de forma adecuada los riesgos y asegurar que la infraestructura y los servicios se entreguen a tiempo y dentro de las especificaciones?

• ¿Qué niveles de desempeño se requieren para los activos y los servicios, con el propósito de entregar un nivel adecuado de servicios que soporte las estimaciones de demanda?

El reto es grande porque los objetivos son ambiciosos. Además, uno de los propósitos de cualquier  gobierno es procurar que los proyectos de infraestructura den valor por el dinero para el gobierno, esto es que la infraestructura que provean los privados esté en las mejores condiciones para el gobierno y orientada a satisfacer plenamente a los usuarios.

Por tal motivo, el gobierno debe buscar además de rapidez en la ejecución de los proyectos, que éstos se estructuren de forma adecuada a fin de fomentar la competencia, y que exista interés de la banca comercial así como de los fondos de pensiones. Cumplir con esto generará beneficios importantes para el gobierno y para la población y este país podrá contar con trenes de pasajeros eficientes.  

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*Francisco Ibáñez Cortina. Socio líder de Infraestructura y Proyectos de Capital de PwC Mexico. obras@expansion.com.mx

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