Infraestructura, el salvavidas de la minicrisis brasileña
La economía de Brasil se mantendrá robusta, impulsada por un aumento en la inversión y el impacto de concesiones de infraestructura, dijo recientemente Guido Mantega, ministro de Hacienda del país.
Añadió que esto se debió a que el mercado atraviesa una "mini crisis", a causa de la turbulencia en los mercados globales empeorada por los confusos mensajes de la Reserva Federal estadounidense.
Algunos potenciales inversionistas en los proyectos de infraestructura han expresado preocupación por los esfuerzos gubernamentales por limitar los retornos a tasa fija, aunque Mantega dijo que el Gobierno en realidad quiere ofrecer "retornos altos".
La presidenta Dilma Rousseff ya alivió los términos de concesiones de aeropuertos, puertos, caminos y vías férreas mientras el Gobierno busca más de 100,000 millones de dólares (mdd) en capital privado para arreglar la dilapidada infraestructura que se ha convertido en un obstáculo para el crecimiento de la economía.
Sin embargo, la economía local se mantendrá robusta, impulsada por un aumento en la inversión y el impacto de concesiones de infraestructura, agregó.
El ministro agregó que la Reserva Federal estadounidense ha comunicado sus planes de reducir el estímulo monetario "pobremente", provocando parte las fuertes oscilaciones en el valor de las monedas y acciones de las economías de mercados emergentes.
Las reservas extranjeras históricamente altas y bajos niveles de deuda pública ayudarán a proteger a Brasil de una fuerte caída de su moneda local y un crecimiento económico más débil tanto dentro del país como afuera, dijo en una reunión con empresarios en Sao Paulo.
"Es una mini crisis que estamos atravesando, pero tendrá un impacto mucho menor a lo que pasó, digamos, en la crisis europea del 2011 y 2012", dijo Mantega.