Los 'gigantes' que construyen el Túnel Emisor Oriente
La dimensión de la obra del Túnel Emisor Oriente (TEO) es proporcional a la vanguardia de su tecnología.
Para excavar las lumbreras más profundas del túnel –que cumplen la función de respiraderos– se utiliza una máquina innovadora en México: la hidrofresa, que es capaz de construir muros pantalla de hasta 120 metros de profundidad.
"Aquí en México tuvimos la fortuna de romper un récord mundial para hacer los muros Milán. Los edificios tienen muros de 40 metros", asegura el ingeniero Adrián Lombardo, quien es representante de Constructora Mexicana de Infraestructura Subterránea (Comissa) –el consorcio creado para construir el TEO–.
La hidrofresa excava verticalmente y requiere una planta de lodos para colados. Asimismo emplea otra planta que retira sólidos para recuperar los lodos bentoníticos, ya que sin este sistema se desperdiciarían 400 m de lodo por cada colado.
El TEO tendrá en total 24 lumbreras, de las cuales cinco ya están completas, tras la inauguración a principios de junio de los primeros 10 km de la obra, a casi cuatro años de su inicio.
Otro elemento tecnológico es el modo de excavación del túnel de 8.7 m de diámetro, y de 7 m tras el revestimiento. Se trata de seis tuneladoras tipo Earth Pressure Balanced que enfrentan la presión del suelo y del agua del subsuelo.
"Para que se mantenga el equilibrio a la masa del suelo al ir excavando, tenemos que aplicar una presión equivalente, de la máquina hacia el terreno, similar a la que el terreno y el agua generan en el otro sentido", explica Lombardo.
Para contrarrestar la insuficiencia del sistema de drenaje del Valle de México,
el TEO recuperará la capacidad de desalojo de aguas pluviales y residuales.
