Pobladores, principales enemigos de las minihidroeléctricas
Las comunidades inhiben la construcción de las minihidroeléctricas, pues argumentan, "equivocadamente o con mala intención, que conllevan daños sociales, económicos y ambientales", aseguró Federico Schroeder, vicepresidente de proyectos y desarrollo de Grupo México.
En cambio, datos de la Secretaría de Energía (Sener) explican que México tiene una capacidad instalada para el servicio público de electricidad de poco más de 60,000 MW, de los que 22% proviene de las grandes hidroeléctricas.
Además todavía operan algunas termoeléctricas, así como tres centrales carboeléctricas que emiten 26 millones de toneladas de gases de efecto invernadero, las cuales tienen un costo menor de operación respecto a las hidroeléctricas, explica la dependencia.
En contraste, la Sener indica que en el país existen 64 centrales minihidroeléctricas, 42 públicas y 22 privadas, que suman una capacidad de 376 MW, es decir, un reducido 6.5 al millar del total.
Por otro lado, la Comisión Reguladora de Energía estima que las pequeñas centrales hidroeléctricas con un importante factor de planta tienen un potencial de 3,250 MW y una inversión privada de 70,000 mdp.
"Esto es penoso, porque no se está haciendo el suficiente esfuerzo para promover la energía renovable, que pudiera sustituir estas plantas contaminadoras", destaca Federico Schroeder, vicepresidente de proyectos y desarrollo de Grupo México.
En la primera línea de combate contra estas represas pequeñas están comunidades de los sureños Estados de Puebla, Tabasco, Veracruz, Oaxaca y Chiapas, que poseen un alto potencial para construir gran cantidad de minihidroeléctricas.