Las 3 mejores prácticas para reducir costos en infraestructura
México podría cerrar la brecha existente en infraestructura de 60,000 millones a 37,000 millones de dólares (mdd) anuales a través de una cuidadosa evaluación del alcance de un proyecto, una mejor administración del mismo y la capacidad de incrementar el financiamiento de dicho proyecto, aseguró la consultora McKinsey & Company.
De acuerdo con el reporte "A tale of two Mexicos: Growth and prosperity in a two-tier economy", la implementación de estas medidas en conjunto han demostrado un aumento de hasta 40% en la productividad de las inversiones en infraestructura.
Según la compañía, la implementación de mejores prácticas pueden reducir los costos en la inversión de proyectos, por ejemplo:
Mejorar la selección del proyecto. Chile, Corea del Sur y Reino Unido han obtenido ahorros de 15 a 20% en inversiones para infraestructura por seleccionar cuidadosamente los proyectos basados en claros parámetros.
Por ejemplo, en Chile todos los proyectos pasan por el Sistema Nacional de Inversión Pública, que usa formatos y procedimientos estándar para evaluar cada proyecto, y cuyo sistema ha rechazado de 25 a 35% de estos proyectos.
Entrega Optimizada. Más entregas eficientes pueden generar ahorros de hasta 25% en nuevos proyectos. Los ahorros viene de optimizar procesos de aprobación en ingeniería, racionalización y construcción, evitando los retrasos se presentan con frecuencia presentan en los proyectos de infraestructura.
Por ejemplo, debido a los retrasos por parte de México en la construcción del puente fronterizo entre Ciudad Juárez y El Paso, Texas en Estados Unidos, no se está haciendo el trabajo previsto de la reducción de las largas demoras que enfrentan los camiones en la frontera y disminuye la productividad.
Completar la mayor parte de infraestructura existente. Por lo general es mucho más caro construir nueva infraestructura que ampliar o extender el uso de los activos existentes, esto se puede lograr de tres maneras: mejorar la utilización de los activos, dar un mantenimiento optimizado, y un mayor uso extensivo de la demanda de técnicas administrativas.
Por ejemplo, en lugar de invertir en nuevas carreteras (que tienden a atraer más tráfico), es posible dar cabida a más vehículos y aumentar la velocidad mediante la adición de "sistema de transporte inteligente". Un sistema computarizado de señalización puede ajustarse a la velocidad de la carretera o controlar el acceso basado en las condiciones del tráfico.