Rousseff defiende gastos por Copa y promete castigos por corrupción
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, defendió los costos de organizar el Mundial de futbol, prometió castigar a la corrupción y pidió a sus compatriotas que den una cálida bienvenida a los hinchas visitantes, a menos de 48 horas de la inauguración del torneo internacional.
Luego de un año de protestas por los cerca de 11,000 millones de dólares (mdd) que Brasil ha gastado para organizar el Mundial, Rousseff dijo en un discurso por televisión el martes que las inversiones en estadios, terminales de aeropuertos y otras obras de infraestructura brindarían beneficios de largo plazo al país.
"Nosotros hicimos todo esto, por sobre todo, para los brasileños", sostuvo, reiterando que las obras públicas implementadas para el torneo "no se irán en las maletas de los turistas".
El torneo, que comienza el jueves cuando Brasil enfrente a Croacia en São Paulo, es el Mundial más caro desde que la competencia comenzó hace 84 años.
ESPECIAL: Brasil 2014
Rousseff buscó subrayar lo que se ha logrado, mientras los residentes de las 12 ciudades que serán sedes de los partidos se quejan que muchos de los proyectos prometidos enfrentan demoras o nunca se materializaron.
Ella rechazó el "falso dilema" de que el gasto de la copa de alguna forma haya afectado la inversión en salud, educación y otros servicios públicos.
Rousseff, quien buscará un segundo mandato en octubre, destacó que el gasto público en salud y educación está entre las líneas de presupuesto que han crecido más durante su presidencia. En los tres años desde que Brasil comenzó a construir los estadios del Mundial, ella dijo que el país ha gastado 212 veces más en salud y escuelas que en las canchas.
El martes, funcionarios de la FIFA, el organismo que gobierna al futbol mundial, buscaron desviar las críticas respecto a que la organización estaba logrando enormes ganancias a costa de los contribuyentes brasileños.
Nota: FIFA dice que Brasil no está pagando los costos operativos de la Copa
Debido a la sombra de corrupción que suele acompañar a la FIFA, y una larga historia de sobornos en Brasil, muchos brasileños asumen que los altos costos del torneo, las demoras y las promesas incumplidas son resultado de actos ilícitos.
Rousseff dijo que el país está realizando una auditoria a todos los gastos y prometió castigar cualquier hecho de corrupción. "Si se demuestra cualquier irregularidad (...) Los responsables serán castigados", declaró.
Recordando a los brasileños los éxitos del país en cancha y la cálida bienvenida que ha recibido la selección nacional en otras partes, Rousseff instó a sus compatriotas a ser hospitalarios con los hinchas extranjeros.
