El once ideal: Estadio Monumental Antonio Vespucio Liberti
La Copa del Mundo ha dado históricamente la oportunidad para que arquitectura e ingeniería destaquen edificando recintos sobresalientes, tanto por sus dimensiones como por su simbolismo. El deporte más popular del mundo motiva cada cuatro años un concurso de ideas y soluciones dignas de rescatar y valorar como ejemplares no sólo deportivos sino culturales.
Aunque es cierto que no siempre el futbol es el que más llena los estadios, en la antesala de Brasil 2014, una selección de estadios mundialistas se hace necesaria repasando datos generales, escogidos y hasta desconocidos de cada uno.
Estadio Monumental Antonio Vespucio Liberti
UBICACIÓN: Barrio de La Boca, Buenos Aires, Argentina
CLUB QUE JUEGA EN ÉL: Club Atlético River Plate (fundado en 1901)
CONSTRUCCIÓN: 1935-1938.
INAUGURACIÓN: 25 (ceremonia) y 26 de mayo de 1938, partido amistoso River Plate (3) contra Peñarol de Montevideo (1).
EDAD: 76 años.
PROYECTISTAS: José Aslan y Héctor Ezcurra (arquitectos), Fidias Calabria (colaborador).
CARACTERÍSTICAS Y CIFRAS: Su planta es circular, estilo coliseo. Posee 50 kilómetros de gradas y fueron empleados para su construcción 26,000 metros cúbicos de concreto y 3,000 toneladas de acero.
REMODELACIONES: 1958, 1977
CAPACIDAD: En 1958 llegó a tener una capacidad para hasta 100,000 espectadores, lo que se redujo para el Mundial de 1978, llegando actualmente a 61,321.
RÉCORDS DE ASISTENCIA: 65,000 fanáticos corearon a los Rolling Stones en 2006. Soda Stereo sumó 390,000 personas en seis conciertos de la gira Me Verás Volver 2007.
BUENOS MOMENTOS: La primera Copa del Mundo para Argentina, el 25 de junio de 1978. Las presentaciones de Paul McCartney, The Rolling Stones y The Police.
GOL MEMORABLE: El segundo gol de Mario Alberto Kempes en la final de Argentina 78, ante el arquero Jan Jongbloed de Holanda.
MAL MOMENTO: La llamada “Tragedia de la puerta 12”, el 23 de junio de 1968, considerada un desastre no natural de los más graves de Argentina con 71 muertos por una avalancha humana.
Tomado de Flickr/ barbutti
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