BRICS buscan alianza para contrarrestar a FMI y Banco Mundial
Representantes gubernamentales de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica (BRIC) iniciaron este lunes en la ciudad brasileña de Fortaleza un foro de tres días que debe desembocar en la creación de la primera institución común: un banco dotado con hasta 100,000 millones de dólares (mdd).
El mayor logro de la Sexta Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de los BRICS, que iniciará este martes y es antecedida por reuniones de los ministros de Comercio, Finanzas y presidentes de sus bancos centrales, será la creación de una institución financiera común y un fondo de rescate.
Los cinco jefes de Estado y Gobierno deben suscribir el martes la creación del Nuevo Banco de Desarrollo, una institución financiera que según fuentes concordantes tendrá sede en Shanghai y un capital inicial de 50,000 mdd, compuesto por contribuciones alícuotas de cada uno de sus integrantes.
El ministro brasileño de Hacienda, Guido Mantega, dijo que esa cifra podría aumentar hasta 100,000 mdd en captaciones procedentes de instituciones foráneas a los BRICS, aunque el grupo mantendrá un control de por lo menos 55% en el accionariado.
La nueva institución, que tendrá presidencia rotatoria quinquenal y debería iniciar comandada por un brasileño, tiene el objetivo formal de contribuir a la financiación de proyectos de infraestructura en los BRICS, algunos de ellos –como Brasil o India- con alta necesidad de modernizar vías férreas y carreteras.
Los BRICS –acrónimo creado por un economista de Goldman Sachs para agrupar a las mayores potencias emergentes del planeta- perciben la inversión en infraestructura como una forma de impulsar la economía, en momentos en que ni Europa ni Estados Unidos dan signos de una clara y duradera recuperación económica.
“La idea es que la financiación de Rusia o China, por ejemplo, pueda servir a empresas de infraestructura de Sudáfrica o India”, explicó este lunes Rubens de la Rosa, presidente del Consejo Empresarial de los BRICS.
El Nuevo Banco de Desarrollo también podrá financiar proyectos de infraestructura o de carácter sustentable en otros países, pero exigirá que la mayoría de las empresas que los ejecuten procedan de los países de los BRICS.
Aunque el capital inicial de 50,000 mdd la sitúa en un rango modesto en comparación con el Banco Mundial, que dispone de una capacidad crediticia cinco veces superior, el Nuevo Banco de Desarrollo es relevante por ser la primera entidad que nace del grupo.
Además del banco, los países deben acordar la creación de un fondo de reserva multidivida denominado Acuerdo de Reservas de Contingencia valorado en 100,000 mdd para asistir a cualquiera de los cinco países que tenga dificultades a la hora de hacer frente a su balanza de pagos.
Fuentes brasileñas indicaron que, a diferencia del Nuevo Banco de Desarrollo, la contribución al nuevo fondo estará dominada por China.
De esta manera, China hará valer su condición de país con mayores reservas del planeta y moneda nacional pujante, además de aportar 41,000 mdd, por 18,000 mdd Brasil, India y Rusia, mientras Sudáfrica aportará 5,000 mdd.
El nacimiento de las dos instituciones, que deberá ser refrendado por los parlamentos de cada país, supone una respuesta al encallamiento de las reformas con carácter multilateral en el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Estas fueron heredadas de los acuerdos de Bretton Woods tras la Segunda Guerra Mundial y consideradas bajo el dominio de Occidente.
Algunos países como Brasil y China exigen una profunda reforma del sistema económico mundial y piden mayor cuota de poder para las naciones emergentes en las instituciones de gobernanza, como el FMI y el Banco Mundial (BM).
Para ello han aportado cuantiosas dotaciones en el capital de esas dos instituciones, pero eso no se tradujo en mayor peso en la toma de decisiones, pues el Congreso estadunidense aún no aprobó la reforma.
Desde su primer encuentro formal, en Rusia en 2009, para combatir la crisis financiera, los BRICS lograron escasos progresos en la coordinación de sus políticas y numerosos expertos consideran al grupo ineficaz por la disparidad de sus prioridades en cuestiones internacionales.
Los BRICS, que nacieron con una marcada voluntad de contrarrestar la dominación de Estados Unidos, Japón y Europa en cuestiones geopolíticas y económicas internacionales, subrayan sin embargo que su peso será creciente en los próximos años.
Argumentan que los países representan 46% de la población del planeta y sus economías suponen casi 20% del Producto Interior Bruto (PIB) mundial.