Venezuela analiza futuro de la 'Torre David', incluso su demolición
Un rascacielos de 45 pisos, a medio construir y que es considerado la barriada más alta del mundo, podría ser demolido una vez que se haya desalojado a todos sus ocupantes, dijo el miércoles el presidente de Venezuela.
Soldados y funcionarios comenzaron esta semana a desalojar a 160 familias, de un total de 1,150, que viven en la construcción ubicada en el centro de Caracas y que es conocida como "Torre David".
Las familias serán llevadas a apartamentos construidos por el Gobierno al sur de la capital.
"La Torre de David es famosa. Ese símbolo, digamos, de una situación extraña. Es un barrio vertical (...) Era asumido como algo negativo por la sociedad. Lo pudimos resolver, como se deben resolver los asuntos, con diálogo y comprensión", dijo Nicolás Maduro.
La torre fue abandonada en 1994 sin ser finalizada, cuando el sistema bancario venezolano sufrió la peor crisis de su historia. Más tarde se convirtió en el hogar de más de 3,000 personas que la ocuparon ilegalmente.
La Torre de David era percibida por muchos caraqueños como un foco de criminalidad y un símbolo de las "invasiones" a la propiedad alentadas en la era de Chávez.
Los residentes, sin embargo, aseguran que el edificio se había convertido en un refugio lejos de los barrios plagados de crimen y en un modelo de comuna.
La torre ha despertado mucho interés internacional y una exposición sobre ella ganó un premio en la Bienal de Arquitectura de Venecia de 2012.
Políticamente era un bastión del chavismo, pero los opositores veían en la torre un símbolo del fracaso gubernamental para asegurar viviendas a los venezolanos.
Maduro dijo que fue un error dejar que la gente viviera tanto tiempo en una estructura tan precaria, en la que varias personas murieron tras caer de las cornisas.
"Hay algunos que proponen su demolición. Hay otros que proponen un centro económico. Hay algunos que proponen que se reconstruyan para viviendas", destacó el mandatario.
"Vamos a abrir debate sobre esto, y tomaremos la decisión más justa, correcta y lo más pronto posible", agregó.
En otro día de frenética actividad en el lugar, residentes retiraban sillones, camas y otras pertenencias, mientras soldados los ayudaban a subir sus cosas a camiones para llevarlas a sus nuevos hogares.
Los moradores dijeron que dejaban el edificio de forma voluntaria, tras recibir garantías de que iban a tener un lugar donde vivir.
La prensa local ha especulado con que la torre podría ser vendida a inversores chinos para transformarla en un centro bancario. Pero no hubo ninguna referencia a un plan de ese estilo durante la visita de esta semana del presidente de China, Xi Jinping, a Caracas.