Turquía inaugura su primer tren de alta velocidad entre Ankara y Estambul
Turquía inauguró este viernes su primer tren de alta velocidad (AVE) entre la dos principales ciudades del país, Ankara, la capital, y Estambul, un proyecto clave para los planes del gobierno islamo-conservador de modernizar el país.
La inauguración de la línea había sufrido retrasos durante años.
El viernes por la noche finalmente el primer ministro Recep Tayyip Erdogan, que se presenta el 10 de agosto a las elecciones presidenciales, abordó el primer tren AVE en Estambul, pero un problema técnico causó un retraso de media hora en este primer viaje.
Gracias al AVE, el viaje entre las dos ciudades será reducido a tres horas y media. El tren no parará inicialmente en el centro de Estambul, sino en la orilla asiática del Bósforo, a dos horas de distancia, en Pendik. Más adelante se prevé que se prolongue hasta la parte europea de Estambul.
Los trenes circularán a 250 km por hora en una línea de 511 km de longitud.
El gobierno transforma dificultades en éxito
El proyecto ha sufrido algunos percances: en julio, durante las pruebas de velocidad, uno de los flamantes trenes chocó con un vagón de servicio.
También hubo que resolver problemas de seguridad. Los accidentes ferroviarios son frecuentes en Turquía y en 2004 decenas de personas murieron cuando un tren descarriló en el noroeste del país.
Pero gracias a una intensa campaña de publicidad, en particular con anuncios televisivos que muestran a niños saludando al tren a su paso, el gobierno ha conseguido transformar las dificultades del proyecto en un éxito.
Erdogan, cuyo partido islamista conservador AKP (Partido para la Justicia y el Desarrollo) domina la política turca desde hace más de 10 años, se esfuerza en presentarse como el hombre que transformó Turquía para convertirlo en un país moderno, con un nivel de vida comparable al de sus vecinos europeos.
El primer ministro inauguró recientemente el túnel de Marmaray, construido bajo el Bósforo, que permite unir ambas orillas de la ciudad por metro, y que también será utilizado por el AVE más adelante.
Entre los proyectos en curso hay un tercer puente sobre el Bósforo y un tercer aeropuerto en Estambul.
El proyecto de enlace ferroviario Estambul-Ankara representó un gasto de 4,250 millones de dólares (mdd). Comenzado en 2003, justo después de la llegada del AKP al poder, solo ha podido terminarse 11 años después.
Turquía empezó a dotarse de una red ferroviaria a mediados del siglo XIX, bajo el Imperio otomano, y la construcción de las vías fue concedida a empresas de las grandes potencias en la época, Gran Bretaña, Francia y Alemania.
Según la leyenda, las compañías extranjeras eran pagadas por kilómetro construido, lo que explicaría el tortuoso circuito del ferrocarril turco.
Desde los años 1960 se han abierto muy pocas líneas nuevas.
Actualmente los viajes en Turquía se hacen principalmente en autocar o en avión pero el gobierno espera que la línea Ankara-Estambul suponga un cambio de costumbres.
El objetivo de Erdogan es unir el este con el oeste del país en 2023, cuando se cumpla el centenario de la fundación de la República por Ataturk.