Corrupción, una factura que sigue corriendo
La corrupción, la falta de transparencia y el despilfarro en el gasto que se destina a infraestructura pública, en especial en las grandes obras emblemáticas, cuestan a los mexicanos miles de millones de pesos en mantenimiento. Tal es el caso de las autopistas del Sol (Cuernavaca-Acapulco) y Durango- Mazatlán, la Estela de Luz y recientemente la Línea 12 del metro de la Ciudad de México.
No es un secreto que la creación de buena parte de la infraestructura pública obedece más a intereses políticos y empresariales, y a la falta de estudios y proyectos ejecutivos adecuados que redundan en obras hechas al vapor, que cuestan casi o más del doble de lo presupuestado y después requieren un gasto adicional para repararlas.
Hace dos décadas, la construcción de la Autopista del Sol costó 2,200 mdp en lugar de los 800 mdp estimados originalmente e involucró a empresas como Gutsa. La Auditoría Superior de la Federación (ASF) reportó anomalías, despilfarro y corrupción en la obra, que dejan en evidencia el 'compadrazgo' entre la autoridad y la iniciativa privada.
Lo que pesa a los mexicanos es lo que hemos y seguimos pagando por mantener en operación esta vía. De acuerdo con la SCT, en 2008 se destinó 847 mdp a la conservación de dicha autopista y entre 2009 y 2012 el gobierno federal invirtió más de 53,000 mdp en la ampliación, la modernización, la rehabilitación y la reconstrucción de puentes.
La autopista Durango-Mazatlán, cuyo costo original pasó de 9,588 mdp a 28,600 mdp, registró dos años de retraso en obra y ya suma dos derrumbes desde su inauguración, en octubre del año pasado. La ASF destaca gastos que "no se registraron en el presupuesto ejercido, ni se rindió cuenta de ellos en la cuenta pública".
Qué decir de la Estela de Luz, donde Gutsa reaparece con un 'bisne' de 393 mdp que aumentó a 1,312, a pesar de que enfrentaba un proceso de inhabilitación ante la Secretaría de la Función Pública (SFP) por incumplir contratos de obra pública. Esta infraestructura estaba programada para los festejos del Bicentenario de la Independencia, pero fue inaugurada hasta enero de 2012. La obra paga unos 880,000 pesos anuales de luz, sin contar el costo de mantenimiento que se requiere, el cual la autoridad no ha querido revelar.
En la Línea 12 del metro los vicios y las corruptelas han creado un verdadero zafarrancho, que hasta ahora nos ha costado 26,000 mdp, un sobreprecio de 744.5 mdp por obras complementarias, el cierre de 11 estaciones, menos ingresos en taquilla, más las pérdidas que se generarán a los 435,000 usuarios afectados, comercios, etcétera. En un año se cambiaron 4,800 durmientes y 11,000 grapas que sirven para sujetar el riel al durmiente, ante la incompatibilidad de los rieles y las llantas de los vagones.
Lo que sí es de Ripley es que los mexicanos seguimos sin exigir nuestro derecho de que se resarzan los daños, se transparente el uso de los impuestos, se sancione legal y económicamente a los responsables y, si no hay solución, se castigue con el voto político.
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Desde 1997 cubre los sectores de infraestructura y transporte en diferentes medios de comunicación.
