Los vicios del PEF en la infraestructura
Si México cuenta con presupuestos históricos para construir infraestructura, ¿por qué no se ven reflejados en el crecimiento de la economía? Por ejemplo, este año la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) tendrá 118,000 mdp, 38% más que en 2013, de los cuales 65,000 mdp irán a la ampliación y la modernización de las carreteras.
Pero la cuestión no es cuántos recursos se tienen, sino la forma en que se disponen. De hecho, los que trabajan al interior de la SCT dicen que si bien les va, al año logran satisfacer alrededor de 35% o 40% de sus necesidades presupuestales.
El viacrucis comienza en agosto, cuando presentan el presupuesto y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y el Congreso sólo les aprueban 60% o 70% de los recursos que solicitan, amén de que exista algún interés político para autorizar una partida mayor.
Después hay que esperar a mayo del siguiente año para que la SHCP libere el dinero, porque la normatividad prohíbe a las entidades comprometer el presupuesto antes de tenerlo en caja. De mayo a octubre se pierde otra parte del gasto, pues entre el acelere de las licitaciones y los imprevistos, surgen adeudos que pasan al siguiente ejercicio o subejercicios, porque no hubo obras que pagar ante la falta de proyectos bien estructurados.
En el ‘sexenio de la infraestructura’, como Felipe Calderón calificó a su mandato, se dijo que la obra pública sería estratégica para enfrentar la crisis económica. En ese 2009 la SCT contó con un presupuesto ‘histórico’ de 62,736 mdp, pero un subejercicio de 23.7%.
El Informe sobre la situación económica, las finanzas públicas y la deuda pública de la SHCP destaca que la construcción y la modernización de carreteras tuvo un subejercicio de 27.7%, los proyectos de infraestructura económica de carreteras 31.2%, los ferrocarriles 84.5%, el mantenimiento de infraestructura 71.5%, el dragado de puertos 68.6% y la infraestructura aeroportuaria 65%.
La SHCP reveló en 2010 que la SCT tuvo un subejercicio de 18.5%, de un presupuesto de 64,675 mdp, pero no lo desglosa por rubros.
En 2011 se aprobó para la SCT un presupuesto de 57,000 mdp, pero la SHCP le recortó 7,000 mdp, porque había una cantidad importante de proyectos, principalmente de caminos, sin derechos de vía o permisos ambientales.
Un año después, la SCT tuvo un presupuesto de 56,331 mdp y un subejercicio de 3.8%.
Paradójicamente, Gerardo Ruiz Esparza, titular de la SCT, aseguró que en 2013 no hubo subejercicio en el gasto de 86,000 mdp y que fue “la primera vez que se cumplió la meta presupuestal oportunamente”.
Pero la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) no concuerda con la SCT y reprocha la falta de inversión, pues cifras oficiales indican que el PIB de la construcción registró un desplome de 4.5% el año pasado y de 2.8% en el primer trimestre de 2014.
Así las cosas. Urge que la SCHP libere ya el presupuesto al inicio del año, pues la nueva reforma fiscal le permite proyectar el monto de los recursos que recaudará en el corto, mediano y largo plazo.