Profepa clausura seis obras en Yucatán por daños a manglares
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) clausuró de forma total temporal seis predios de la zona costera de Yucatán, por la afectación de una superficie de 12 mil 159 metros cuadrados de ecosistema de manglar.
La instancia federal informó, en un comunicado, que dicha acción se desprende de la realización de recorridos de vigilancia y prospección en toda la costa norte de la entidad, incluidas las Áreas Naturales Protegidas Reserva de la Biosfera, Ría Celestún y Reserva de la Biosfera Ría Lagartos.
Explicó que durante la revisión, los inspeccionados carecían de la correspondiente autorización en materia de Impacto Ambiental que expide la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Agregó que los seis sitios clausurados ocupan en total 12,159 m2 de superficie del ecosistema costero de manglar, que fue rellenado con material de construcción para ganar terreno a dicho cuerpo de agua.
Por lo anterior resultaron afectados ejemplares de mangle blanco (Lagunculariaracemosa), mangle botoncillo (Conocarpuserectus) y mangle netro (Avicenniagerminans), mismos que se encuentran listados en la NOM-059-SEMARNAT-2010 en categoría de especies amenazadas.
Las clausuras totales temporales fueron interpuestas como medida de urgente aplicación a dos predios de la localidad de Santa Clara, municipio de Dzidzantun, a uno en Chicxulub Puerto, localidad de Progreso y a tres en la Reserva de la Biosfera Ría Celestún.
La Profepa destacó que la clausura se levantará hasta que el presunto responsable presente la autorización que expide la Semarnat en materia de impacto ambiental, o bien hasta que se dicten medidas correctivas de compensación o de restauración.
La Profepa detalló que el daño, desecamiento o relleno de humedal provoca un impacto ambiental negativo, ya que su afectación al medio puede ir desde la fragmentación del hábitat de dicho ecosistema, hasta la modificación del flujo del agua o cambio en las condiciones naturales del agua de dicho humedal.
Lo anterior rompe con el equilibrio ecológico de estas zonas de transición entre el mar y la tierra firme, generando la pérdida o disminución de los servicios ambientales que estos ecosistemas proveen, resaltó.
