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Muere Vicente Leñero, un 'ingeniero' constructor de historias

El novelista, guionista, periodista, dramaturgo e ingeniero civil mexicano Vicente Leñero es el autor de relatos como Los albañiles y Los Periodistas.
mié 03 diciembre 2014 11:50 AM
Vicente Le�ero
Vicente Le�ero - (Foto: Tomada de Twitter/@bellasartesinba)

El novelista, guionista, periodista, dramaturgo e ingeniero civil mexicano Vicente Leñero Otero falleció este miércoles a los 81 años de edad, en esta capital, informó el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta).

Escribió relatos como Los albañiles, Redil de ovejas, El Garabato, El evangelio de Lucas Gavilán, La vida que se va y Los Periodistas.

Además de su reconocida narrativa, escribió obras de teatro y guines de cine.

El titular del Conaculta, Rafael Tovar y de Teresa, expresó sus condolencias a la familia y les ofreció el Palacio de Bellas Artes para la realización de un homenaje luctuoso.

De la ingeniería a las letras

Leñero Otero nació el 9 de junio de 1933 en Guadalajara y comenzó a empecinarse en el oficio de dominar las letras mientras era un estudiante que fabricaba relato tras relato en una máquina de escribir que le prestó su hermano.

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Esos escarceos para tratar de perfeccionar “el difícil arte del fraseo y la composición del lenguaje”, lo llevaron a ganar en 1958 un concurso literario –en el que los escritores Juan Rulfo y Juan José Arreola eran jurados-  con el cuento de La polvareda.

En aquella época, Leñero combinó los estudios de Ingeniería Civil en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), con los de periodismo en la escuela Carlos Septién, una institución donde encontró el “origen mismo” de su condición de periodista y escritor, “el germen” de su vida profesional, como comentó al recibir el Premio Nacional de Periodismo de ese centro educativo, en el 2010.

Pero a fin de cuentas, El flaco, como lo llamaban en su época de estudiante, optó por dedicar la mayor parte de sus horas de trabajo a la misión de contar historias.

“No estuvo mal haber dejado la ingeniería porque seguramente no hubiera ganado nada…”, comentó en una entrevista con el diario La Jornada, en el 2008.

“Le debo mucho al periodismo, sin él no habría podido encontrar un camino para la escritura. Mientras estudiaba ingeniería, me inscribí en la escuela de periodismo no con ánimos de ser reportero, sino de escribir", expresó el ganador del premio Xavier Villaurrutia 2001.

A lo largo de las seis décadas que dedicó a las letras, Leñero llegó a decir que sentía que sus libros pasaban inadvertidos para la crítica. “Quizá porque el medio cultural y literario veía como un contrasentido que fuera escritor y abiertamente católico”, contó a la periodista Silvia Cherem, según el texto Entrevista a medio juego, publicado en la revista de la UNAM.

“Viví al margen, no encajaba: entre los ingenieros era escritor; entre los periodistas, novelista; y entre los escritores, ingeniero”, agregó.

Pero ante situaciones de ese tipo, o el rechazo de su padre a que se dedicara a escribir, Leñero contó con el apoyo de su esposa, Estela Franco.

“Mi papá le pedía que me convenciera de continuar de ingeniero, pero ella hacía lo contrario. Me decía: 'Si lo que quieres es ser escritor, pues órale, no te detengas'… Estela, el periodismo y la literatura han sido mis fuerzas purificadoras’”, dijo el autor que ocupó la silla XVIII a la Academia Mexicana de la Lengua, a partir del 2011.

Con información de Notimex y CNNMéxico

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