Publicidad
Publicidad

Obras para línea de ferrocarril en Londres revelan 3,000 esqueletos

FOTOGALERÍA: Además de las obras para la línea ferroviaria, se analizará el ADN de las personas que murieron de peste, esperando que pueda servir para aprender a combatir la enfermedad.
mar 24 marzo 2015 12:27 PM
Placeholder articulo
Placeholder articulo

Los oficinistas de la City de Londres miran cara a cara a la historia estos días gracias a la exhumación de 3,000 esqueletos de hace siglos para dar paso a una nueva línea de ferrocarril.

Entre los rascacielos de vidrio y acero de la City, el distrito financiero, se encuentra el recién descubierto cementerio Bedlam, el lugar de descanso final para miles de personas que murieron entre 1569 y 1738.

Los arqueólogos cepillan cuidadosamente el suelo mientras banqueros, abogados y otros profesionales aplazan sus ocupaciones unos minutos para preguntar, y preguntarse, por quienes les precedieron en el barrio y vivieron la peste, la guerra civil y el Gran Incendio que destruyó Londres en 1666.

Nota:  Construcción en cementerio muestra peligros del Siglo XVII en Londres

"He recorrido tantas veces esta calle, caminando por encima de tanta historia", reflexiona Mark Bugeja, de 48 años, quien trabaja en una consultoría de gestión.

"Probablemente hay un montón de historias tristes de las personas que estaban allí. Probablemente muchos de ellos no hubieran muerto hoy en día".

Publicidad

El cementerio de Bedlam -construido en un terreno comprado al hospital psiquiátrico de Bethlem, conocido como Bedlam- fue utilizado para las personas que murieron durante la gran epidemia de peste de Londres en 1665-66.

Era un cementerio público, en él acababan los londinenses que no podían pagar un entierro en una iglesia, los delincuentes y los no anglicanos.

A partir de 2018, el lugar estará ocupado por la estación Liverpool Street de Crossrail, la nueva línea ferroviaria subterránea de la ciudad.

Un proceso respetuoso

Los arqueólogos tienen un par de meses para exhumar los esqueletos antes de que empiece la construcción de la estación.

AFP

Además de reconstruir el microcosmos del viejo Londres, también esperan que el ADN de las personas que murieron de peste pueda servir para aprender a combatir la enfermedad.

Un registro publicado en el sitio web Crossrail con 5,000 de las 20,000 personas enterradas en el lugar ayuda a conocer a los muertos.

James Lawson, un dibujante enterrado en 1584, murió "por esta nueva enfermedad", la peste.

También se mencionan una serie de condiciones misteriosas irreconocibles para los médicos de hoy.

Richard Wyttor, un tendero enterrado en 1583, "murió de una mandíbula ardiente", mientras que el sirviente Raulfe Langworthe "murió de un pensamiento" y fue enterrado en 1610.

Nick Elsden, del Museo de Arqueología de Londres, director del proyecto de excavación, dijo que no hay pistas sobre sus identidades.

Sin embargo, "los huesos pueden decirnos mucho sobre cómo vivían -cualquier cosa, desde las fracturas a si tienen piernas arqueadas por el raquitismo, o signos de sífilis como lesiones en el cráneo", dijo.

"A partir de los patrones de desgaste de los huesos se puede decir si hicieron trabajos manuales, se puede adivinar si su vida fue difícil o fácil".

Alison Telfer, otra arqueóloga del Museo de Arqueología de Londres que participa en los trabajos, dijo que "es un proceso respetuoso".

"Te vinculas a ellos de alguna manera", agregó. "Sientes que le debes a esa persona cuidarla bien hasta que sea enterrada de nuevo".

 

Los estratos de la historia

La historia del lugar no se detiene en el siglo XVI. Debajo de los cerca de cinco metros de esqueletos se encuentran objetos más antiguos, algunos de los cuales ya han sido descubiertos.

Estos incluyen un patín de hielo de la época medieval hecho con el hueso de la espinilla de una vaca, cuando la zona era pantanosa y se utilizaba como una pista cuando se congelaba en invierno.

En la siguiente capa, los expertos han encontrado antiguas herraduras romanas, horquillas y urnas funerarias de la época en que el lugar era un "suburbio romano", fuera de los muros de la ciudad de Londinium, el nombre que recibía entonces.

Después de ser desenterrados, los esqueletos Bedlam serán limpiados, secados, montados y examinados.

Finalmente serán enterrados de nuevo en Essex, al este de Londres, siguiendo con el ciclo perpetuo del pasado cediendo lugar al futuro.


Publicidad

Publicidad