Turquía lanza la construcción de su primera central nuclear
Turquía lanzó este martes la construcción de su primera central nuclear, un proyecto de 19,000 millones de euros -unos 20,252 millones de dólares (mdd)- realizado por Rusia en el sur del país, que debería entrar en servicio en 2020, pese a la oposición de los ecologistas.
El ministro turco de Energía, Taner Yildiz, y el jefe de la agencia rusa de energía atómica (ROSATOM), Serguei Kirienko, inauguraron la obra del primero de los cuatro reactores de 1.200 megavatios, en las instalaciones de Akkuyu, en la provincia de Mersin.
"Sin energía nuclear no hay desarrollo en un país. Una Turquía que crece no puede vivir sin esa energía", declaró Yildiz.
Con el fin de diversificar sus fuentes de energía y reducir su dependencia respecto a Rusia o Irán, Turquía emprendió un ambicioso programa nuclear, que prevé la construcción de tres centrales de aquí a 2030.
"Si esa central se hubiera construido hace 10 años, habríamos podido ahorrar 14,000 mdd en compras de gas natural", añadió Yildiz.
Además de la de Akkuyu, Turquía ha previsto construir una segunda central nuclear en la provincia de Sinop (norte), a orillas del mar Negro. Esa obra, cuyo coste se evalúa en 15,000 millones de euros, se encargó a un consorcio que reúne la empresa turca EUAS, las japonesas Mitsubishi e Itochu, y la francesa GDF Suez.
A finales de 2014, el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, había indicado su voluntad de construir una tercera central nuclear antes de 2030.
El proyecto de Akkuyu suscita duras críticas por parte de los ecologistas, que denuncian sus efectos sobre el medio ambiente y su ubicación en una zona de fuerte actividad sísmica.
El miércoles, el ministro de Energía aseguró que la central de Akkuyu podría resistir un seísmo de magnitud 9 y que las numerosas estaciones balnearias de la región no se verán afectadas por su presencia.