Los estadios de Rusia 2018, a buen ritmo y dentro de los plazos
A tres años del Mundial de Rusia 2018, cuya final se disputará el 15 de julio de ese año en Moscú, los preparativos en los estadios van a buen ritmo, muy diferente a los problemas y retrasos que acumularon los de Brasil 2014, que hicieron perder los nervios en la FIFA.
Lo que parece que tendrá más difícil construir Rusia será su equipo para jugar el torneo. La selección rompió con el seleccionador Fabio Capello, cuya marcha se oficializó este martes, y tendrá ahora que recomponerse.
Pero en las obras de los estadios, la situación es sobre todo de tranquilidad y confianza.
"Vamos adelantados en nuestro calendario", dice con orgullo, casco en la cabeza, Marat Khousnullin, responsable de desarrollo urbano y construccion en el gobierno municipal de Moscú, delante del césped del célebre estadio Luzhniki, donde se disputará la final del Mundial.
Nada que ver con los anuncios de retrasos de los preparativos del anterior Mundial, donde muchos recuerdan lo ocurrido por ejemplo con el estadio de Sao Paulo, el de la inauguración del torneo.
Nota: Menos hoteles y más campamentos para el Mundial de Rusia 2018
"Llegamos en el límite", admitió a la AFP en diciembre de 2013 el secretario general de la FIFA, Jérôme Valcke, al saber que Sao Paulo anunciaba un final de obra en abril de 2014, apenas dos meses antes de la competición.
Muy diferente era ya el tono en diciembre de 2014 al hablar del nuevo Mundial: "Rusia corre, es sorprendente. Van más rápido que un tren".
Ritmos infernales
El Luzhniki, estadio olímpico en 1980 con su gran estatua de Lenin, está en reconstrucción. El presupuesto es de 350 millones de euros y el objetivo elevar a 81,000 espectadores la capacidad, con un final de obra estimado para diciembre de 2016.
Para cumplir esa agenda, los ritmos son infernales, "con 4,000 personas que trabajan en turnos de 12 horas, todo el día, lo que supone 2,000 presentes en todo momento en el lugar", explica Khousnullin.
En el estadio Luzhniki se jugó ya un gran partido de interés mundial, la final de la Liga de Campeones europea de 2008 entre los ingleses Manchester United y Chelsea, que se decidió por penales para los Red Devils. En el Mundial, ademas de la final, acogerá seguro el partido de apertura (14 de junio de 2018) y la segunda semifinal (11 de julio).
Construcción del estadio mundialista de Luzhniki. FOTO: Reuters
La FIFA ha atribuido ya algunos partidos del inicio y el final del torneo. El resto los distribuirá el 24 de julio, en la víspera del sorteo de las eliminatorias mundialistas en San Petersburgo.
No todos los estadios están sin embargo tan avanzados como el de la capital. En Nijni Novgorod, a 425 kilómetros al noreste de Moscú, el futuro recinto que debe acoger a 45,430 espectadores, apenas está empezado y se espera que esté terminado para septiembre de 2017. En Ekaterimburgo, el estadio de los años cincuenta ha empezado a ser renovado y se acabará el lavado de cara en diciembre de 2017.
Nota: Mundial 2018, vitrina para ciudades como Nijni Novgorod y Ekaterimburgo
Pero en ningún caso hay preocupación o se teme por el momento que alguna ciudad llegue con retraso.
Pequeñas sombras
"Hay en algunos lugares cosas por solucionar, pero nada que ver con Sudáfrica (anfitrión del Mundial-2010) o Brasil", admite a la AFP una fuente próxima a las instancias del futbol mundial.
En Kazán, el estadio terminado en 2013 es muy moderno e incluso se ha permitido el lujo de convertirse en dos piscinas para acoger en julio y agosto el Mundial de natación.
Pero en el camino también hay pequeñas sombras.
El presupuesto del Mundial se ha visto reducido en casi 30,000 millones de rublos (490 millones de euros), pero "la construcción y renovación de los estadios no se verán afectadas por esa reducción de los gastos", insistió el ministro de Deportes, Vitali Mutko. Los recortes presupuestarios afectarían sobre todo a "capacidades hoteleras excesivas".
La mayor amenaza que pese sobre la organización del torneo viene del exterior, en concreto de la oficina de los investigadores de la justicia suiza, que estudian las condiciones de atribución de los Mundiales de 2018 a Rusia y de 2022 a Catar.
¿Podría haber una nueva votación? Vladimir Leonov, ministro de Juventud y Deportes de la república de Tatarstán, cuya capital es Kazán, no quiere ni pensar en ello: "Queremos este Mundial y estamos preparados".