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5 claves en la reputación de tu proyecto o cómo evitar un #Tajamar

OPINIÓN. En un mundo cada vez más crítico y transparente, las constructoras no pueden seguir trabajando a puertas cerradas.
mar 23 febrero 2016 10:34 AM
Proyecto Tajamar
Proyecto Tajamar - (Foto: Cuartoscuro/Archivo)

Hoy en día, las inversiones multimillonarias realizadas en los principales sectores de infraestructura como agua y saneamiento, transporte, energía y telecomunicaciones enfrentan dos principales retos: transmitir correctamente los beneficios de dichos proyectos para la sociedad y atender las necesidades de información de una población cada vez más crítica y en un mundo más transparente.

Según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), los países de la región deberán invertir 6.2% anual de su Producto Interno Bruto (PIB) para satisfacer sus necesidades de infraestructura en el periodo 2012-2020. Lo anterior se traduce en la friolera de 320,000 millones de dólares. En el argot de la comunicación se dice que eso es mucha reputación que gestionar.

Por otra parte, en la teoría nadie refuta que la infraestructura es un detonador de desarrollo económico y social que tiene un impacto significativo en la calidad de vida de las personas y que, a su vez, juega un papel preponderante para la inserción de los países en la economía mundial del siglo XXI.

Pero si eso es así, ¿por qué observamos gran reticencia por parte de algunos grupos de interés? ¿Por qué algunos de esos proyectos se estancan o nunca llegan a ver la luz?

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Muchos podrán decir que es por cuestiones políticas; otros por intereses personales y unos más por cuestiones financieras o de poca viabilidad o nula planeación. Sin embargo, la gran mayoría debe considerar un factor importante: el posicionamiento y blindaje de los proyectos de infraestructura en todas sus fases.

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En el caso de México, por mencionar alguno en la región, podríamos hacer referencia al proyecto Malecón Tajamar, cuyo propósito es generar condiciones óptimas para conectar ordenadamente el desarrollo de la zona urbana con la zona hotelera de Cancún, Quintana Roo.

El proyecto a ctualmente se encuentra inmerso en un profundo y severo escrutinio público que ha dividido a la sociedad por ser “supuestamente ilegal” y por provocar un gran impacto al medio ambiente, al punto de etiquetarlo de ecocidio.

Recordemos que no existe proyecto de infraestructura sin impacto ambiental, por lo que la mejor decisión será apostar por proyectos que pongan en la balanza diversos aspectos como el impacto ambiental, pero también el beneficio para la sociedad.

Me parece que en el punto medio está la respuesta, sin llegar a ser fundamentalistas. Para ello tenemos que considerar las siguientes claves de éxito, orientadas al correcto posicionamiento de estas grandes obras.

5 claves para posicionar tu obra

Primero, todo proyecto de infraestructura surge por una necesidad detectada. Aquí es cuando necesitamos empezar a contar la historia sobre nuestro proyecto y ganar el consenso de la población en relación a que existe un problema, pero también una solución.

Segundo, pongamos previamente de manifiesto las claves estratégicas del proyecto en relación a la propuesta técnica, innovación en materiales, técnicas de construcción menos invasivas, estudios de impacto ambiental, tecnología de punta, procesos de mejora, financiamiento y viabilidad del proyecto, entre otros.

Tercero, generar empatía con el proyecto. Anteriormente, las constructoras entraban y operaban a puertas cerradas; es decir, se “enclaustraban” en su trabajo y ni siquiera le daban la importancia que merecen a las comunidades que impactaban. ¡Ni las conozco, ni me conocen!

Eso ya no es así. De ahí que una estrategia de comunicación de puertas abiertas siempre será mejor para todos los grupos de interés. Trabajar con los posibles aliados del proyecto. Lo anterior, sin duda, permitirá a la organización alcanzar objetivos que no podría alcanzar de forma aislada.

Para ello hay que preparar toda la infraestructura y canales de comunicación –tanto offline como online- que nos ayudarán a difundir los avances y beneficios de la obra. Visualizar los canales digitales como un repositorio de nuestra información y vigía sobre la percepción del proyecto suele ser de mucha ayuda.

Cuarto, gestionar apropiadamente los hitos de comunicación de manera eficiente. Poner de manifiesto la ceremonia de la primera piedra, primer tramo terminado, apertura de una sección, entrega de la obra, operación y funcionamiento de la misma. Pongamos en valor la obra y el buen trabajo gestionado.

Y quinto, ser honestos. Como sabemos, los grandes proyectos de infraestructura no están exentos de sufrir retrasos o causar molestias a las poblaciones cercanas; sin embargo, tenemos que estar preparados y hacerle frente –de manera rápida y coordinada- a los problemas que surjan. La gente podrá entender que te equivocas siempre y cuando atiendas inmediatamente el problema y propongas soluciones.

Recordemos que todo proyecto de infraestructura puede tener molestias temporales, pero siempre en miras de beneficios permanentes. Y que parte de la clave está en que la comunicación sea de puertas abiertas.

*Alejandro Pérez es Group Director en JeffreyGroup México. Cuenta con 12 años de experiencia en el cuidado de la reputación corporativa y en el diseño de estrategias de comunicación en las áreas de infraestructura, litigios, licitaciones, crisis, posicionamiento de marcas/servicios y RSC.

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Obras

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