Asbesto, 'fibra milagrosa' que se volvió un peligro en la CDMX
Su resistencia al calor y la fricción, así como su bajo costo convirtieron al asbesto en la ‘fibra milagrosa’ a mediados del siglo XX.
Muchas industrias echaron mano de este material; en la construcción se empleó para techos de lámina o teja, fachadas, chimeneas y tubería. Pese a que en 1977, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) alertó sobre la relación entre la exposición al asbesto y el cáncer, en la Ciudad de México la mayor parte de la tubería de agua potable todavía es de este mineral.
Además de las tuberías de agua, en el ámbito doméstico aún existen tinacos y piletas de este material, pero no hay censo alguno.
Otro uso frecuente es en lámina de asbesto, y aunque tampoco se cuenta con datos específicos, el Inegi calcula que en el país 21 viviendas de cada 100 tienen techo de lámina metálica, cartón o asbesto, y 1 de cada 100 tiene paredes de lámina de cartón, asbesto, carrizo, bambú o palma.
Actualmente, se encuentra en proceso de consulta un proyecto de norma oficial que actualice los requisitos sanitarios para la utilización del asbesto . De aprobarse este proyecto, desarrollado por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), sustituiría a la normatividad de 1994.