La firma mexicana que siempre sí licitó por el muro de Trump
Cuando Theodor Atalla inició el trámite para concursar para iluminar parte del muro entre México y Estados Unidos que pretende construir la administración de Donald Trump, no se imaginaba la cantidad de llamadas que su empresa de cuatro personas iba a recibir en los días siguientes.
"No fue mi intención ganar notoriedad con el asunto político. Ya nos entrevistaron de un montón de lugares, y nuestra vida ya ha cambiado", cuenta este empresario de origen egipcio, que vivió en Estados Unidos y que lleva más de 20 años en México con su esposa y su hija.
Su compañía, Eco Velocity, que importa tecnología LED de iluminación, además de paneles solares desde China, aparece en el registro de 640 empresas que entraron a la licitación para la construcción de esta estructura que el nuevo presidente de Estados Unidos propuso como estandarte de su proyecto político.
Aunque en algún momento salieron de la lista de aspirantes, finalmente sí participaron en el proceso, de acuerdo con el empresario, asentado en Puebla, quien cuenta por qué entró a la licitación del polémico muro.
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¿Quién es Eco Velocity?
Nos dimos de alta en 2013. Somos una empresa muy chiquita con cuatro de la familia, que estamos trabajando. Yo vengo de los Estados Unidos, y tengo muchos años aquí en México con mi esposa y mi hija.
Empezamos la empresa en 2013 y hemos tenido poquitas ventas, aquí y allá. Tuvimos mala suerte, porque ya saben cómo se van y vienen los gobiernos. Entonces nada más estamos con empresas privadas.
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¿Cómo decidiste entrar a la licitación del muro?
Hace algunas semanas vi que iban a sacar el trabajo del muro y me inscribí en el sitio del gobierno de los Estados Unidos. Saqué un número para registrarnos de manera internacional.
¿Qué esperas de la licitación?
Honestamente, yo no creo que vayamos a ganar nada del otro lado (del muro), porque los productos que tenemos, aunque de alta calidad, provienen de China. Entonces, lo que pensé es que Cemex y Grupo Cementos de Chihuahua dijeron que iban a presupuestar, aunque no los veo aún inscritos. Pero pensé que me podía beneficiar del lado de México un poco con mis empleados, y presupuestar algo con ellos, con las empresas mexicanas, de este lado del muro.
¿Cómo has vivido estos días luego de hacerse pública esta información?
Híjole, empecé a recibir textos y llamadas, y un montón de cosas han pasado. Ahora estoy esperando a ver si pasa algo, pero no fue intención de lastimar a alguien. Somos mexicanos, y tenemos la empresa 100% mexicana, y los productos de China, pero los importamos a México y pagamos arancel, al gobierno, todo.
¿Cómo has visto las reacciones de la gente?
Hemos visto comentarios en algunos sitios de internet donde estaba nuestro caso, y decían los comentarios: “Hay que clausurarlos”, “son traidores”. Ahora está empezando a mejorar la cosa. La gente está de acuerdo, si México se puede beneficiar de eso. Porque se va a hacer, siento que se va a hacer. Y creo que va a ser una cosa buena, porque va a eliminar las armas, lavado de dinero, el crimen que tenemos acá y en el otro lado.
Ojalá le entren otras empresas mexicanas de este lado, porque se tiene que hacer de ambos lados, el muro, y por lo menos se pueden aprovechar mexicanos para ganarse algo. Eso es lo único que quiero hacer, pero francamente no creo que nos vaya a salir algo.
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Se están acercando muchas empresas que quieren trabajar con nosotros, pero aún no sé si vayamos a hacer algo. Apenas salió el papeleo de las obras, las estoy estudiando, pero no somos capaces de presupuestar de manera directa al gobierno americano, sólo las empresas de Estados Unidos, no tenemos el papeleo.
Pero ahí estamos para ver si nos abren unas puertitas.
¿En algún momento salieron de la lista de aspirantes?
Hace unas tres semanas. Solo estuvimos en el sitio, donde nos registramos, para apretar un botón donde dice si te interesa, y nos pusieron en la lista, y volvimos a apretar el botón y estábamos afuera. Así que luego de la primera entrevista que dimos, decidimos que era mejor meternos, no teníamos nada que perder. Y lo hacemos con buenos sentimientos.