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El terreno del Nuevo Aeropuerto está bajo hundimiento controlado

Un sistema de drenes y sensores ayuda a que el asentamiento de las tres pistas del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México sea homogéneo en un suelo lacustre.
lun 31 julio 2017 11:54 AM
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naicm-hundimiento - (Foto: Carlos Chiquin, Pepe Escarpita)

Nota del editor: Esta nota se publicó originalmente en la edición 535 de la revista Obras, Las 100 empresas de la construcción más grandes de México, correspondiente a julio de 2017.

Resultado de estudios de mecánica de suelos en el terrero del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México (NACM), en el antiguo lago de Texcoco, los expertos a cargo decidieron acelerar el hundimiento para minimizar los asentamientos a valores aceptables para la infraestructura.

Con este método de drenes y sensores "se espera que la pista se asiente entre 2 y 15 cm al año, como sucede en el aeropuerto actual, pero esta vez de forma pareja", explica Juan Pablo Durán, asesor en transportes de Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM).

El agua del subsuelo llega a los drenes verticales, que con ayuda de los horizontales es conducida al drenaje provisional, para luego dirigirse a los vasos reguladores Cola de Pato y Colorado, al suroeste del polígono aeroportuario.

Entérate: Así se colocan los cimientos del Nuevo Aeropuerto de la CDMX

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En cada pista se colocaron alrededor de 200,000 drenes verticales, que equivalen a 62 millones de metros lineales, elaborados con un prefabricado geotextil de sección plana anclado a una placa que se introduce en el subsuelo (casing).

Para aumentar la capacidad de carga de las pistas, las constructoras instalaron una geomalla triaxial rellena con tezontle de 2 a 3.6 pulgadas y una altura de 50 centímetros, nivel donde se llevó a cabo la colocación de los drenes y sensores.

Fotos: Carlos Chiquin, Pepe Escarpitia

Para mayor control sobre los asentamientos del suelo, en cada dren se colocaron sensores flexómetros, inclinómetros y piezómetros para medir las deformaciones del suelo que sufren las pistas.

El sistema está cubierto por una capa de tezontle de 1 metro y otra del doble de piedras basálticas, cuyo propósito es hundir la pista los 2 metros de altura que ocupa este método. Al final se colocará la base y la sub-base de losa que recibirá los 13 centímetros de carpeta asfáltica.

 

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Obras

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