La historia tras la presa El Zapotillo, a la que renunció Abengoa
Construir la presa que ayudaría a llevar agua a Jalisco y Guanajuato ha demorado casi ocho años, y ha atravesado por varios problemas, culminando con la salida de Abengoa, reponsable de levantar el acueducto hasta hace unos días.
La presa El Zapotillo comenzó a gestarse en 1995, buscando satisfacer los requerimientos de agua de la zona del Bajío, y a más de dos décadas el proyecto aún no concluye, su inversión se ha incrementado y una de las empresas que la construían salió del proyecto.
El proyecto se desarrolla sobre el Río Verde, en los estados de Jalisco y Guanajuato, con el propósito de transferir agua de este río a la cuenca del Río Lerma y así brindar agua potable a ambos estados.
De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua), se estima que el proyecto permita transferir un volumen cercano a los 120 millones de metros cúbicos anuales y con ellos abastecer de agua potable a León, Guanajuato; Guadalajara y Los Altos de Jalisco.
El Zapotillo consta de dos obras, la presa y un acueducto, que fueron licitados entre 2009 y 2011, pero no sin controversia de por medio.
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El primer fallo favorable a ICA se revirtió
La licitación fue adjudicada en primer lugar a un consorcio liderado por ICA, pero se revirtió el fallo. Hermes y su filial La Peninsular se quedaron finalmente con el contrato para la construcción de la presa y Abengoa con el contrato para construir el acueducto.
Un documento de Conagua de 2012 contemplaba una inversión total para el proyecto de 13,375 millones de pesos (mdp) que serían ejercidos entre 2006 y 2015, fecha en que se contemplaba estaría lista la obra. Tan solo el acueducto se adjudicó por un monto de 4,500 mdp.
De acuerdo con Transparencia Presupuestaria, al cierre de agosto de 2017, la presa El Zapotillo tiene un avance físico de 85.83% y una inversión total de 17,832 mdp, es decir, 33% más de lo contemplado.
Para la presa, la inversión sería en 97% de recursos federales y 3% de estatales; mientras que en el caso del acueducto y demás obras que realizaba Abengoa bajo esquema de concesión, la inversión privada sería el 58% y el 42% restante del Fondo Nacional de Infraestructura.
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La presa con más inversión
La construcción se frenó al poco tiempo de ser licitada porque pobladores presentaron un amparo ante la Suprema Corte de Justicia, debido a que se advirtieron efectos negativos sobre la producción agrícola y pecuaria de la zona.
El problema residía en la altura de la cortina de la presa, que de acuerdo al proyecto ejecutivo era de 80 metros de altura, y se pretendía elevar a más de 100 metros, y con ello utilizaría una superficie de terreno superior debido a la inclinación de la misma.
La presa es una de las de mayor inversión en construcción actualmente, superando en casi cinco veces la inversión de otras como El Purgatorio en Jalisco, El Realito en San Luis Potosí y La Laja en Guerrero, cuyas inversiones oscilan entre los 1,500 y 6,800 mdp.
A finales de agosto, Abengoa dijo que renunciaría a la concesión del acueducto que había ganado en octubre de 2011. La concesión se ha modificado en los últimos años debido a los problemas sociales de la obra, y se amplió el plazo de entrega hacia 2018.
El proyecto tiene contemplado recibir recursos fiscales aún el próximo año, fecha en que se esperaba estuviera terminado el proyecto.
Obrasweb.mx consultó a Abengoa y Conagua, pero no ha habido respuesta hasta el momento de esta publicación.