Las causas que hicieron destructivo al temblor del 19 de septiembre
El sismo de magnitud 7.1 que se presentó ayer martes a las 13:14 horas —y que fue localizado en los límites de Morelos y Puebla— se generó debido a un desplazamiento de la Placa de Cocos por debajo de la placa de Norteamérica.
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En declaraciones a Televisa, Carlos Valdés, director del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), explicó que el movimiento telúrico de ayer ocasionó derrumbes de edificios y casas en la Ciudad de México, Puebla, Morelos y el Estado de México, debido a la cercanía del epicentro, que se localizó a 12 kilómetros al sureste de Axochiapan, Morelos, y a 120 kilómetros de la Ciudad de México.
Asimismo, el funcionario explicó que la intensidad fue un factor adicional que influyó en los efectos destructivos del sismo —de momento se tiene un saldo de más de 200 fallecidos y 45 edificios derribados solamente en la Ciudad de México.
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“La cercanía con el epicentro hace que la intensidad fuera mucho mayor. La parte inicial en este sismo fue de elementos de trepidación, que pensaríamos que es un elemento crítico. Sin embargo, el movimiento lateral (oscilatorio) es el que puede provocar este tipo de colapsos”, dijo Valdés.
El temblor que se sintió en la zona centro del país se generó por la misma causa —la compresión de la placa de Cocos— que provocó el temblor de 8.1 de magnitud la noche del 7 de septiembre y que generó afectaciones en Oaxaca y Chiapas.
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Sin embargo, el Servicio Sismológico Nacional (SSN) —dependiente de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)— aclaró en una conferencia de prensa realizada la tarde de ayer que este nuevo movimiento geológico no tiene ninguna relación con el sismo de hace dos semanas. "Son movimientos independientes", informó personal del Sismológico.
La Placa de Cocos se ubica debajo del océano Pacífico de la costa occidental de América Central. Un movimiento en esta misma placa también ocasionó el terremoto de 1985.
