El Presidente de Perú libra la destitución por caso Odebrecht
El presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, logró mantenerse en el poder luego que la oposición no reunió el jueves los votos suficientes en el Congreso para destituirlo por presuntos vínculos con la empresa brasileña Odebrecht, envuelta en un escándalo de corrupción.
Al término de una maratónica sesión, 79 legisladores votaron a favor de la moción de vacancia presidencial, ocho menos de los requeridos para cesar al mandatario. En tanto, 19 votaron en contra de la destitución y 21 se abstuvieron.
De esta manera, el presidente se mantendrá en el poder pese a la acusación de que una de sus empresas tuvo vínculos con la constructora Odebrecht. Por la mañana, Kuczynski acudió a la sede del Congreso y reiteró su inocencia.
El pasado 13 de diciembre, Odebrecht informó a la comisión Lava Jato (Lavado d auto) del Congreso peruano que había pagado 782,000 dólares a la empresa Westfield Capital, propiedad de Kuczynski.
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Los recursos fueron pagados por consultorías vinculadas a dos proyectos entre 2004 y 2007, cuando el actual mandatario se desempeñaba como ministro de Economía (2004-2005) y presidente del Consejo de Ministros (2005-2006).
El jefe de Estado respondió a las acusaciones mediante intervenciones públicas donde aclaró que, en las fechas cuestionadas, ya había renunciado a la administración de Westfield Capital, la que era gestionada por el chileno Gerardo Sepúlveda.
Por ese motivo, puntualizó Kuczynski, nunca supo del vínculo entre su empresa y Odebrecht, relación de la cual se enteró cuando llegó la denuncia a la Comisión Lava Jato.
El mandatario peruano se habría convertido en el primer gobernante destituido por el caso Odebrecht, compañía acusada de dar sobornos en más de 10 países a cambio de diversos beneficios.
La sesión legislativa mantuvo en vilo al país y fue transmitida prácticamente por todos los medios de comunicación.
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Ex presidente de Odebrecht va prisión domiciliaria
El empresario Marcelo Odebrecht salió de la cárcel de Curitiba el martes para cumplir prisión domiciliaria en su casa en Sao Paulo.
Después de dos años tras las rejas, el expresidente de la empresa fue a su residencia a cumplir con el resto de su condena de 19 años y 4 meses.
El otrora todopoderoso presidente de la mayor constructora brasileña, una gigante multinacional con negocios en decenas de países, seguirá cumpliendo su condena en prisión domiciliaria gracias al acuerdo de colaboración judicial por el que se comprometió a confesar, junto con otros 76 ex ejecutivos de la compañía, todas las corruptelas de su empresa.
El heredero de una de las mayores empresas de América Latina ha sido condenado hasta ahora a 31 años y seis meses de prisión en dos de los siete procesos abiertos en su contra, pero el acuerdo de colaboración redujo esa condena a 10 años.
Su residencia en Sao Paulo es una mansión con piscina, gimnasio y varias comodidades en el exclusivo barrio de Morumbí. El exejecutivo lleva una tobillera electrónica que oficiales de Justicia le pusieron el martes.
Su padre, Emilio Odebrecht, ha anunciado que dejará la presidencia del Consejo de Administración el próximo abril, además de afirmar que ningún miembro de la familia volverá a presidir el grupo, en medio de un programa de reestructuración para "pasar página" de los escándalos de corrupción en los que están involucrados políticos y funcionarios de al menos una docena de países.
En México el caso ha salpicado al exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, quien ha negado las acusaciones de haber recibido 10 millones de dólares en sobornos.
El caso ha provocado terremotos políticos en países como Panamá, Perú, República Dominicana y Ecuador.
Solo en Brasil, la divulgación de los testimonios de exdirectivos de la constructora hizo que la Corte Suprema autorizara la apertura de 76 investigaciones contra casi 100 políticos aforados citados en las delaciones, entre ellos varios ministros del Gobierno del presidente Michel Temer.
