La oportunidad para empoderar al comprador

Nota del editor: Esta columna de Opinión se publicó originalmente en la  edición 542  de la revista Obras, 'En busca de desarrollador' , correspondiente a febrero de 2018.

(CIUDAD DE MÉXICO) – A raíz de los sismos de septiembre pasado, en las entidades afectadas se instauraron programas para la reconstrucción y rehabilitación de viviendas y edificios, se ofrecen créditos blandos para los damnificados y en la Ciudad de México se actualizaron normas para la construcción, entre otras acciones.

Por otro lado, se persiguen a supuestos responsables de daños y colapsos en diferentes inmuebles. Sin embargo, aún no escuchamos sobre acciones que profesionalicen a los profesionistas que participan en las distintas actividades involucradas en la creación o revisión de edificios.

OPINIÓN: Las etapas de la reconstrucción

Profesionalización que contenga elementos que permitan a inversionistas, desarrolladores, autoridades e interesados identificar sin ninguna duda a estos proveedores de servicios por medio de las evidencias correspondientes.

La creación de edificios no es distinta de la fabricación de cualquier producto, con la diferencia que el terreno es en sí mismo la fábrica, y las unidades de venta, los productos que se comercializarán, que pueden ser el edificio entero de una escuela, o partes de ellos, como departamentos o locales comerciales en un condominio.

OPINIÓN: Los culpables de los daños por los sismos

En la producción de bienes, la certificación de tercera parte otorga credibilidad de cumplimiento con las normas, lo que facilita la comercialización y el apego a las regulaciones, por ello es ampliamente generalizada en países avanzados, y ya está presente en México en la fabricación o comercialización de productos que pueden generar riesgos a la seguridad de los usuarios o se mueven entre países, como los aparatos electrodomésticos, electrónicos o partes automotrices.

En nuestra industria de la construcción ya contamos con la certificación de tercera parte para cementos, tuberías y accesorios para instalaciones de gas e hidráulicas, bloques y calentadores de agua, entre otros y, aun cuando la mayoría de los reglamentos para la construcción ordenan que se evidencie la calidad y pertinencia de los materiales, la demanda de productos certificados es incipiente o se efectúa para satisfacer condiciones administrativas.

OPINIÓN: Saldos positivos y negativos de los sismos

Por otro lado, la certificación de tercera parte para los oferentes de servicios para la edificación, igualmente generalizada en otros países, en nuestra nación solo se efectúa para los verificadores de vivienda que ofrecen servicios al Infonavit o, de segunda parte, para los supervisores y laboratoristas relacionados con el concreto premezclado.

Las recientes tragedias presentan la oportunidad para empoderar a los interesados en la compra, venta o renta de inmuebles, lo que puede suceder a través de la exigencia de documentación fidedigna que proporcione información sobre licencias, planos aprobados, compromisos y garantías y que debe incorporarse, en su caso, a la escrituración o contratación.

OPINIÓN: ¿Quién debe pagar los daños en los edificios de la CDMX?

En las siguientes colaboraciones ampliaré el tema acerca de estas alternativas para seleccionar o evidenciar desde el ámbito privado, la pertinencia de las ofertas que presentan los proveedores de bienes y servicios.