Los culpables de los daños por los sismos
Nota del editor: Esta columna se publicó originalmente en la edición 538 de la revista Obras , 'Monumentos a la impunidad', correspondiente a octubre de 2017.
(CIUDAD DE MÉXICO) – Los sismos de septiembre pasado nos han puesto a prueba a todos los mexicanos, la respuesta civil ha sido solidaria y, en muchas ocasiones, anticipada a la ayuda oficial.
Desde aquí mi reconocimiento a todas y todos los que han contribuido a restituir la cotidianeidad y mi pésame a quienes han perdido a familiares, compañeros, colaboradores o amigos.
OPINIÓN: Saldos positivos y negativos del sismo
En esta columna he tratado de contribuir a la calidad de las edificaciones, entendiéndola como el cumplimiento de todos los parámetros especificados, ya sean regulatorios, normativos o contractuales, y no como una opinión de venta carente de sustento.
Para garantizar la calidad objetiva es indispensable que los proveedores de servicios e insumos estén calificados y los ofrezcan con base en evidencias satisfactorias y avaladas por terceros igualmente calificados.
OPINIÓN: ¡Basta de irregularidades! Lo que debemos cumplir tras el sismo
Los daños que se han presentado en edificios a raíz de los sismos tienen un común denominador: pecan de falta de calidad en alguno o varios de los rubros que deben satisfacer, como el proyecto ejecutivo; la responsiva, la dirección y la supervisión de la obra; los materiales y técnicas de construcción; el mantenimiento oportuno en la operación de los inmuebles o, la emisión de dictámenes de operación o seguridad estructural.
A lo cual, también se puede añadir la corrupción en la emisión o solicitud de permisos para construcción; el desentendimiento de las autoridades en peticiones relacionadas con inseguridad de inmuebles; el incumplimiento contractual o la falta de conocimiento y experiencia de quienes tienen a su cargo el análisis de riesgos y el aseguramiento de la calidad en la edificación.
OPINIÓN: Las etapas de la reconstrucción
Ahora iniciará la búsqueda fácil de culpables de los desplomes o daños estructurales en escuelas, multifamiliares, casas u oficinas, en poblaciones pequeñas y en las metrópolis; con ello el desmarque de constructores, responsables de obra, autoridades o aseguradoras.
Por ejemplo, en dos edificios departamentales de la Ciudad de México los constructores y los vendedores ya se deslindan de responsabilidades, aduciendo los daños a la fuerza de la naturaleza.
OPINIÓN: La reconstrucción será un motor económico de corto plazo
Por su parte, el Infonavit cuantificó más de 8,000 viviendas con daños en la Ciudad de México, Estado de México, Morelos y Puebla, notificando que los derechohabientes afectados tienen acceso al seguro de daños, pero ha omitido informar sobre las responsabilidades de los desarrolladores ante los adquirentes, cuando la mayoría de los Reglamentos de Construcciones ya establecen medidas para que los diseños estructurales soporten sismos de la magnitud del que acabamos de sufrir o mayor.
Los culpables se encuentran entre los participantes de cualquiera de los rubros que he señalado, por ello la investigación debe ser acuciosa.
OPINIÓN: ¿Quién debe pagar los daños en los edificios de la CDMX?
Ahora es momento en que los notarios adjunten en las escrituraciones copia certificada de los planos autorizados y de la documentación proporcionada por los vendedores o los constructores, en la cual se evidencie y asegure a los compradores que se realiza el cumplimiento regulatorio, la seguridad estructural y de operación de los inmuebles que adquieren. La calidad objetiva.
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* Arquitecto, perito, DRO, consultor en normas, regulaciones y capacitación para la construcción. Director de CORPICO.