Pilotos: estudio de Santa Lucía contempla tecnología por desarrollar
La Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA) afirmó que el estudio aeronáutico de NavBlue sobre la compatibilidad del actual aeropuerto capitalino y la base aérea de Santa Lucía, no se ajusta a la realidad que vive la industria aérea mexicana porque contempla tecnología que aún no está totalmente desarrollada.
"Las premisas en las que se basa la viabilidad que NavBlue, establece no son realistas, en particular en el corto y mediano plazos", comentó Francisco Gómez Ortigoza, director técnico de ASPA, en un comunicado.
En la víspera de la consulta ciudadana sobre el destino del Nuevo Aeropuerto, Javier Jiménez Espriú, futuro titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), presentó los resultados del estudio realizados por la filial de Airbus, que ratifica la viabilidad técnica de las operaciones simultáneas entre el Aeropuerto Interancional de la Ciudad de México (AICM) y Santa Lucía.
En el análisis titulado Diseño técnico del espacio aéreo para la factibilidad de la organización simultánea entre el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y Santa Lucía, NavBlue concluyó que con ambas sedes se puede alcanzar una capacidad de 130 a 140 operaciones aeronáuticas por hora.
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Sin embargo, ASPA considera que la tecnología disponible en la actualidad no permitirá hacer frente a las necesidades que requiere el cambio en cuanto a capacitación de personal técnico, personal administrativo, adiestramiento de tripulaciones y costos reales de lo que implica la viabilidad de la propuesta.
Mencionó que dada la especialidad de NavBlue, subsidiaria de la empresa europea Airbus, los cambios que plantea el estudio dado a conocer por el equipo de transición del próximo gobierno, solo podrían llevarse a cabo con la introducción de nuevos sistemas, como el PBN (Performance Base Navigation), el cual busca definir la navegación aérea en términos de precisión.
Sin embargo, hoy en día esta tecnología no está ampliamente distribuida ni desarrollada, por lo que no existe ningún aeropuerto en el mundo que opere totalmente basado en ésta, además de que si se aplicara en un país sería necesario capacitar de manera previa, no solo a los controladores de tránsito aéreo, sino también a pilotos y personal aeroportuario para su uso.
Agregó que tampoco existe un estándar global en el tema de la navegación aérea. En Argentina, ejemplificó, se implementa la introducción del modelo PBN con ciertos plazos y estándares, mientras que en México existen otras proyecciones y en diversas naciones esto cambia de acuerdo con el nievel económico y el desarrollo de los operadores aéreos.
"En Estados Unidos, país donde hay mayor avance en las nuevas tecnologías, solo 40% de la flota incorpora los sistemas que requeriría el uso de PBN", manifestó.
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Por ello, dijo que la decisión de interrumpir un proyecto en marcha y trasladar su ubicación a otro emplazamiento, implica un replanteamiento de diversos escenarios económicos, sociales, funcionales y ambientales, cuyos costos deben ponderarse a la luz de tecnologías actualmente en operación en todo el mundo, que den certidumbre a todos los involucrados y sobre los cuales se puedan hacer planes de negocio y de operación.
"Hacer lo contrario no permitiría planear adecuadamente y esto pondría en riesgo la viabilidad del proyecto, por eso ASPA sugiere reconsiderar estos planteamientos, pues no dan certidumbre a quienes tienen en sus manos la responsabilidad de ubicar la nueva terminal aérea del Valle de México", apuntó.
Mitre dice que los riesgos son claros
En tanto, Bernardo Lisker, director del Centro para el Desarrollo de Sistemas Avanzados para la Aviación de la Corporación Mitre, afirmó en una carta enviada el pasado 18 de octubre que declarar viable la opción Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM)-Santa Lucía es incorrecto, toda vez que los riesgos son claros y presentes.
La misiva fue dirigida a Gerardo Ruiz Esparza, actual secretario de Comunicaciones y Transportes, al próximo jefe de la oficina de la Presidencia, Alfonso Romo Garza y a Javier Jiménez Espriú, futuro titular de la SCT.
Lisker estimó que no debiera considerarse la coexistencia de ambos aeropuertos, sin tomar en cuenta la complejidad que reviste su operación, así como ante la falta de un estudio aeronáutico serio.
Tampoco se contempla el problema social del ruido que quedaría sin solución con Santa Lucía y la necesidad de comprar o expropiar tierras a fin de extender la longitud de las pistas para dar cabida a las luces de aproximación de pistas instrumentadas para aproximaciones de precisión, señaló.
"Vale la pena recordar como comparativo que la longitud que la pista militar actual de Santa Lucía no está instrumentada, ya que es una operación visual", expuso.
Bernardo Lisker recordó que, a fines del año 2015, realizaron el primer estudio sobre esta opción, cuando la idea fue anunciada y posteriormente en 2018, utilizando nuevas ideas que consideran avances más recientes en navegación satelital, pese a ello, no cambió las conclusiones realizadas hace tres años.
Comparativo: Las distancias entre Santa Lucía y el Nuevo
Aeropuerto"Sería nocivo en el cercano plazo y altamente riesgoso en el largo plazo, ejecutar un plan que depende de avances en navegación futuristas y fechas inciertas", a decir de Lisker.
Además, sugiere cuidar mucho la palabra "viabilidad", pues es manipulable y ciertas soluciones conllevan restricciones técnicas, por lo que en el caso del plan AICM-Santa Lucía entra en la categoría de ser altamente restrictivo por razones de separación con el tráfico dirigido hacia la primera terminal.
Precisó que parte de esos avances en navegación satelital dependen en gran medida de Mitre mismo, junto con la Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos.