Penalizar tecnología obsoleta puede ser la vía hacia edificios sustentables
CIUDAD DE MÉXICO. Invertir en construir o reconstruir edificios no contaminantes es altamente redituable, pero todavía hay que convencer de ello a las personas, y la mejor manera es mostrar los ahorros y las ganancias directas a largo plazo, coincidieron los arquitectos Yoram Cimet, director de CIMET Arquitectos; Francisco Martín del Campo, socio de Arquitectoma, y el ingeniero Ulises Treviño, director de Bioconstrucción y Energía alternativa, durante su participación en el Foro Owens Corning.
Para Francisco Martín del Campo, quien expuso su experiencia en la construcción de Chapultepec Uno, el gran impulsor de la incorporación de tecnologías eficientes en los desarrollos inmobiliarios "es el mercado", y específicamente el abaratamiento de esas tecnología: "El sobrecosto es menor ahora y la ganancia más rápida"; por lo que no construir edificios eficientes "sería muy poco inteligente".
Ulises Treviño consideró que una vía para expandir el uso de tecnologías eficientes, es penalizar la tecnología obsoleta en el mercado, como ocurre en muchos países, donde hay un impuesto a la ineficiencia, o un premio a lo opuesto. "Hay mecanismos de taxación que pueden hacerlo más atractivo", dijo.
En su intervención el director de Bioconstrucción expuso el caso del edificio OUM Wellness, que es Net Zero Energy, único en su tipo en México, ubicado en Monterrey, Nuevo León, y donde se han establecido métricas del consumo energético por metro cuadrado.
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Yoram Cimet, comentó que el mercado debe "descontinuar los producto que no sean ahorradores" para que todo el mundo tenga acceso a productos sustentables. El arquitecto expuso diversos casos de intervención, entre éstos el de Torre Glorieta, en la Glorieta de Insurgentes, Ciudad de México, que reactivó un zona en deterioro.
El arquitecto también llamó la atención sobre la urgencia de innovar en materia de estructuras de las edificaciones: "Habría que trabajar en nuevos tipos de estructuras mucho más eficientes", más allá del acero y el concreto.
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Ulises Treviño también recordó que un edificio con certificado sustentable es un "producto de más rápida absorción" en el mercado inmobiliario, lo que compensaría posibles sobrecostos iniciales por incorporar medidas sustentables.
Para el ingeniero, de alguna manera la industria de la construcción va ganando porque ya se entiende qué es la eficiencia energética y el beneficio económico que puede traer; pero el gran reto por delante es "cómo hacer entender que los intangibles: la salud, el bienestar la calidad de vida, son tan importantes como el ahorro energético", tanto para la productividad como para la existencia misma.