Holcim tiene una nueva cara. La cementera de origen suizo, que produce más de 13.3 millones de toneladas anuales en México y se caracteriza por los colores rojo y negro, ahora utilizará el azul y verde como identidad.
Holcim emprende el camino verde en medio de una sequía
El cambio va más allá de solo la imagen, explica Jaime Hill, su CEO. Con la transformación intentan transparentar el nuevo ADN de la empresa que tiene como prioridad la sustentabilidad. “Tenemos un nuevo propósito que es construir el progreso para las personas y el planeta, con productos de cemento verde y concreto premezclado verde, vamos hacia eso”, comenta.
El origen de estos productos, que se caracterizan por ser creados con menor emisión de carbono, se da en un entorno que representa las consecuencias de los estragos en el medio ambiente: Monterrey, ciudad que atraviesa por escasez de agua.
En las plantas de Holcim en el norte de México es en donde se crea ECOPact, su línea “verde”, “allá tenemos buenas materias primas, reciclaje de materiales y la Presa Libertad, que va a consumir más de un millón de metros cúbicos de concreto de esta línea”, apunt ael directivo.
Esto, a pesar de que la región ha tenido problemas por un periodo histórico de sequía, “para la producción de concreto hemos salido a comprar agua, que no es barata. Esperamos que la situación se solucione. Por eso construimos la Presa Libertad, que estará lista en un año”, dice el directivo de la empresa que suministra el material para la obra que abastecerá de agua a Monterrey.
A este gasto, se suma la implementación de ollas a base de gas que ayudan a que el proceso sea más ecológico “!al principio la inversión es más alta, pero el consumo de ahorro de combustible llegará hasta 40%”, dice Jaime Hill, también presidente de la Cámara Nacional del Cemento (Canacem).
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A pesar de los retos, la empresa considera que las prácticas realizadas en Monterrey son buenas, por lo que buscan replicarlas en Guadalajara, Ciudad de México y el resto del país, hasta alcanzar su meta de reducir la emisión de carbono a por debajo de los 475 kilos por tonelada.
En su estrategia, acompañada del cambio de imagen, también se busca utilizar más el ferrocarril para emitir menos gases contaminantes, invertir CAPEX verdes en las plantas para implementar procesos como el Geo Cycle (en donde se usa basura como combustible) y destinar recursos a las pipas de aluminio.
Los cambios llegan después de años con resultados positivos, a pesar de la pandemia. El año pasado la empresa produjo 3.5 millones de metros cúbicos, de los cuáles 25% fueron destinados a obras de infraestructura como el aeropuerto de Santa Lucía y el Tren Maya.