9 IÑAKI ECHEVERRÍA Una estética de lo incierto
"Cuando tomas en cuenta el paisaje de un lugar, hay cierta incertidumbre en el diseño arquitectónico, y puedes manejarla como parte de la lógica del diseño. Si entiendes eso y provocas una estética del manejo de esa incertidumbre, tienes la oportunidad para encontrar soluciones muy innovadoras, resistentes y que envejezcan bien", comenta Iñaki Echeverría, y 'abre plaza' para demostrarlo.
El despacho creó una dinámica y moderna fachada de una tienda departamental en Tabasco, construida en sintonía con el paisaje, que utiliza la luz natural y una estructura de concreto, ideada ex profeso, para nunca verse igual.
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La misión de Echeverría era envolver una sucursal de Liverpool recién construida lo más rápido posible. Lo hizo adosando a los muros a envolver una estructura metálica que sostiene piezas de concreto blanco, que le permitirán envejecer de forma digna en un ambiente caluroso y húmedo como el tabasqueño.
"Este proyecto fue una excusa para probar y explorar con diferentes materiales y técnicas. El clima en Tabasco es brutal, pero también tiene una cantidad de sol que es la envidia de cualquier europeo. Había que aprovecharlo para generar la estética de la pieza, que fuera una estética cambiante, porque el sol se mueve y hace cambiar, aunque la arquitectura no se mueva", explica el arquitecto.
La fachada fue modulada por piezas armadas de concreto que giran en 180 grados y que nunca tocan el piso ni el muro en el que están instaladas, lo que genera sombras y quita un poco de exposición al sol. Esas piezas, repetidas verticalmente a lo largo de la estructura, lograron imprimirle un inusitado movimiento pautado por la luz del sol y que la hacen parecer un gran cubo de hielo, un iceberg.
"Para hacer los moldes utilizamos lo que es ahora el mantra de la oficina: high tech-low tech. Cortamos madera con pantógrafo láser, hicimos una serie de moldes de este material rellenos con arena, colamos esas subpiezas y las montamos en el sitio con ayuda del low tech: la mano de obra", explica Iñaki.
Cada pieza de la estructura mide entre 19 y 23 metros de largo, y está conformada por subpiezas coladas en forma de hélice con 12 cm de espesor. Estas subpiezas se colaron por separado y fueron transportadas en tráileres desde la Ciudad de México. El diseño de esta fachada estuvo listo en seis meses. Las piezas no necesitan mantenimiento, sólo la estructura metálica que las sostiene.
Además de jugar con la luz solar, la estructura permitió incluir patrones con luz eléctrica durante la noche, que dan un toque distintivo a la tienda.
El éxito de la fachada ha llevado a Iñaki Echeverría a firmar un plan de regalías de uso por su diseño, que ya se está replicando en un centro comercial de Puebla este 2014.
