Con la finalidad de exponer las necesidades del sector, Eduardo Ramírez Leal, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) asegura que desde hace años han sostenido reuniones con secretarios de estado y dirigentes de instituciones de distintos niveles de gobierno.
“No existe una planeación de la infraestructura a largo plazo y estamos sujetos a compromisos de campañas electorales. No necesariamente las obras que planea un gobierno coinciden con lo estratégico ni prioritario, tendría que hacerse un análisis previo para determinar qué infraestructura se requiere para que el país sea competitivo”, asegura el dirigente.
Para Luis Suárez Pérez, profesor de asignatura en la Universidad Iberoamericana (UIA), los sectores estratégicos donde debe estar centrada la inversión de manera simultánea en infraestructura son energía, desarrollo urbano y vivienda, telecomunicaciones y transporte, turismo, hidráulica y salud, “no solo centrarse en algunos de ellos”, indica.
Por ejemplo, “el tren maya se centra en el desarrollo de turismo, siendo que deberíamos estar pensando en inversión ferroviaria mucho más allá de eso, en mejorar las vías existentes y ampliarlas para que conecten con los puertos, además de mejorar el trasiego con otros medios de transporte”.
Además, agrega, hay que tener en cuenta que las decisiones de inversión tienen mucho que ver con carácter político. Desde el punto de vista financiero, debería manejarse con base en el rendimiento. El nivel de inversión debe rendir por el doble de la inflación.
Si hablamos de infraestructura ferroviaria, deberíamos poner énfasis en que ésta ayude a conectar con los puertos, mejorar el trasiego con los medios de transporte y la velocidad de los trenes.
En México, “existe rezago en infraestructura portuaria; existen 101 puertos marítimos, mientras que otros países tienen 350. En el sector de hidrocarburos, Estados Unidos tiene 140 refinerías; Canadá, 122, y México, 6. Si no somos suficientes en este ámbito y el petróleo se está acabando, ¿por qué no apostar por energías limpias?”, reflexiona el académico.