Durante el gobierno de Felipe Calderón también se presentó un anteproyecto de aeropuerto en esta zona. Contaría con una inversión de 3,200 millones de pesos y se planeaba que fuera construido bajo el esquema de concesión. Se estimaba que tuviera una afluencia de 3 millones de pasajeros nacionales e internacionales cada año, pero no se concretó.
Actualmente, la utilidad de la nueva terminal aérea está en duda, debido a su cercanía con el Aeropuerto Internacional de Cancún; “está a 130 kilómetros. Su área de influencia es muy cercana y construir uno alterno sólo se justifica con la demanda de vuelos y solamente si ya no tiene capacidad de llegadas y salidas”, explica a Obras el ingeniero Andrés Tellez, especialista en construcción y supervisión de obras civiles.
Apenas en 2017 se inauguró la cuarta terminal de dicha base aérea, com lo que incrementó su ocupación a 31 millones de pasajeros anuales, cifra que no se ha superado, a pesar desde que desde 2015 ha aumentado un millón de pasajeros por año.
En 2019 el número de usuarios llegó a los 26 millones, cifra récord que esperaban superar el Grupo Aeroportuario del Sureste (Asur), esto debido a fenómenos como el sargazo, la seguridad y la cancelación de recursos para promoción.
“Por lo que sería muy criticable la inversión. Necesitamos saber si nos valdría la pena justificarlo y hacer dictámenes que acrediten los recursos, agrega el también miembro de la Federación Mexicana de Colegios de Ingenieros Civiles A.C.