¿Cómo lograr este reparto justo de la riqueza?
Primero, a partir de una distribución racional de los usos de suelo, entendiendo que tiene que haber para todas las personas y a través de los esquemas y modelos asociativos que estamos proponiendo. En ellos, las personas propietarias de la tierra, en este caso ejidatarios y ejidatarias, pueden formar parte de este desarrollo urbano y que no sea un tema especulativo o de desarrollo inmobiliario.
Esto lo logramos a través de la planeación en distintas escalas y con instrumentos. También hay que normarlo: debe haber una regla y una ley detrás, y estamos trabajando en el Programa Regional de Ordenamiento Territorial. Esto lo hacemos de manera articulada con los 18 municipios en donde habrá estaciones y comunidades sustentables de mayor tamaño; y también lo hacemos con los cinco gobiernos estatales y con las distintas dependencias del gobierno federal que tienen que ver con temas del territorio, que son la Sedatu, la SCT, la Semarnat, la Sedena y Fonatur.
Después nos vamos a la escala estatal, y luego a la municipal. Con asistencia técnica de ONU Hábitat, estamos trabajando en la actualización de los programas municipales de desarrollo urbano, en donde se establecen, entre otras cosas, los usos de suelo y algunos instrumentos de gestión de suelo.
Cuando iniciamos el proyecto del Tren Maya, hicimos un diagnóstico, y seis de cada diez municipios en la Península no cuentan con ningún instrumento de planeación urbana. Esto genera mucho desorden, porque las autorizaciones para nuevas construcciones en algunos municipios se dan sin instrumentos, sin una planeación ni ordenamiento del territorio.
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En el desarrollo urbano de las zonas, también participará la industria privada. Serán las empresas quienes coloquen hoteles y desarrollos inmobiliarios. ¿Cuál es su papel en esta planeación?
Justamente la semana pasada, tuvimos talleres regionales en donde participaron casi todas las Cámaras empresariales, como la CMIC, la Coparmex, la Canadevi y la Concanaco. Con algunas de ellas, incluso ya tenemos convenios firmados y estamos en un diálogo permanente. Tenemos talleres para poder conocer desde lo local y desde esta visión que tienen ellos, entendiendo muy bien sus ciudades y sus territorios, que son los proyectos detonadores que vislumbran; y por el otro lado, para que conozcan la información del propio tren y poder generar estos vínculos y alianzas.
No se puede hacer únicamente de un lado de la trinchera, sino que necesitamos ir en conjunto. Entonces, lo hacemos de manera permanente: tenemos mesas de trabajo y mesas de diálogo con ellos, especialmente en el tema de las comunidades sustentables. Parte del trabajo que se está realizando para las vocaciones económicas de la región se hace considerando a la iniciativa privada, pero también incluyéndolos dentro de las propias proyecciones. Claramente, en términos de los hoteles y servicios turísticos relacionados, debemos ir de la mano.