Jesús Antonio Esteva Medina, secretario de Obras y Servicios de la Ciudad de México, dijo el 5 de mayo que la obra no se detendrá, ya que será subterránea por lo que dará estabilidad.
En esta ocasión no participa el consorcio Carso-ICA-Alstom, como en la primera parte desarrollada por el gobierno de Marcelo Ebrard.
Sin embargo, aunque el conglomerado de la construcción no será el mismo, sí hay empresas que continuarán participando en ella. Alstom Transport México, filial de Alstom, firmó el 20 de diciembre de 2013 para realizar la implantación de rieles, durmientes, balasto y fijaciones de manera subterránea en el túnel ya construido, así como la instalación de los equipos electromecánicos.
Las empresas TSO NGE México e Ingeniería y Servicios Aplicados (Issa), que realizaron el mantenimiento preventivo y correctivo de la Línea 12 desde 2016, también intervendrán en el proyecto. según declaraciones de Florencia Serranía, directora del Sistema de Transporte Colectivo (Sobse).
Respecto a la construcción, 2015 la licitación falló a favor de Prodemex, del empresario mexicano Olegario Vázquez Aldir, y la española Proacon México y Desarrolladora de Terracerías, por 1,447 millones de pesos —financiados por el gobierno federal a cargo del ex presidente Enrique Peña Nieto— resultando elegida la propuesta más cara.
La primera compañía también ha sido responsable sobre todo de edificaciones como la Torre BBVA, el Cefereso de Michoacán y el Hospital de Cuajimalpa. Mientras que la segunda, se especializa en túneles en todo el mundo. La empresa destaca en México la etapa I del Túnel Emisor Poniente II y la mina San Ricardo.
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