De un día para otro, como si se crearan por generación espontánea, topes aparecen en las calles de la Ciudad de México y en las del resto del país, pero, ¿quién los coloca? ¿O quiénes tienen la facultad de instalarlos o regularlos?
¿Por qué hay tantos topes en la CDMX y quién los regula?
Aunque el objetivo de este tipo de reductor de velocidad –hay de distintas clases— es eficientar el tránsito vehicular y dar mayor seguridad a los transeúntes, a veces son colocados de manera aleatoria por los vecinos, sin tener una autorización previa, que sí es necesaria por parte de los gobiernos estatales.
Otra problemática relacionada con estos abultamientos de asfalto es que se han multiplicado en el país, mientras que en el extranjero no son tan comunes. De ahí que es común escuchar que los automóviles importados “no pasan los topes”, ya que no están diseñados para este tipo de desniveles.
“La proliferación de topes en la ciudad es reflejo de que no se ha consolidado una política de movilidad muy eficiente porque no está arraigado respetar los cruces, respetar los límites de velocidad que nos permita no necesitar estos elementos”, comenta Claudio Nieto Rojas, especialista en urbanismo de la Universidad La Salle.
Aunque no hay un conteo exacto, en 2016 la Secretaría de Seguridad Pública de la CDMX calculó que en la capital había, al menos, 30,000 topes, de los que más de 2,000 no estaban regulados.
En otros países, el balizamiento, las señalizaciones verticales, semáforos y educación vial, son los elementos que ayudan a que no exista este tipo de infraestructura, que al colocarse de manera no planeada, afecta a la movilidad y al peatón. “Aquí la cultura es tratar de llegar lo más rápido posible. Si la gente respetara los límites de velocidad, no habría tantos”, agrega el especialista.
Te recomendamos:
¿Cuál es su función?
Claudio Nieto explica que aunque no son lo ideal, los reductores de velocidad ayudan a que los automóviles transiten de manera más lenta, sobre todo en zonas riesgosas, como en los cruces de escuelas.
No obstante, hay topes más adecuados que otros. Por ejemplo, también ha crecido el uso de las boyas metálicas, pequeñas esferas que se atornillan al pavimento, y que ayudan a dar más facilidad a la circulación.
En algunos lugares se han utilizado topes que quedan a la altura de los peatones, “son de mejor uso los reductores de velocidad que tienen otras geometrías. Son más planeados para que los peatones queden a la misma altura y el coche es el que suba y baje”, dice Nieto Rojas.
¿Quién se encarga de colocarlos?
El especialista en urbanismo comenta que son las autoridades locales las encargadas de autorizar, e incluso colocar, los reductores de velocidad.
“A como está la normativa urbana, es competencia y facultad de la Secretaría de Movilidad de la Ciudad de México velar por la movilidad de la Ciudad de México tanto en vía pública como en sistema de transporte, que a su vez tiene distintos comités de áreas de movilidad más específicas”, detalla.
Si se busca solicitar que se coloque un tope, se tiene que realizar un trámite en la alcaldía en donde se quiere construir.
Cómo solicitar la colocación de un tope
Se debe acudir a alguno de los Centros de Servicio y Atención ciudadana disponible en todas las alcaldías y presentar una solicitud en donde se incluya nombre, dirección del solicitante, croquis de la ubicación del toque, la dirección exacta del lugar en el que se quiere instalar, datos de contacto y justificación sobre por qué se quiere colocar.
También se puede llamar a Locatel para pedir más información. El trámite no tiene costo.
¿Qué pasa si coloco un tope sin permiso?
De acuerdo con la Ley de Cultura Cívica de la Ciudad de México, podría considerarse como infracción contra la seguridad ciudadana al ser considerado un estorbo en el espacio público, por lo que se recibiría una multa de entre 11 y 20 UMAS o un arresto de 13 a 24 horas, además de la remoción del tope.
“Es importante que todo lo que tiene que ver con intervención lo haga la instancia que tiene que hacerlo. El problema es que nuestra ciudad es tan grande que crear una estrategia de movilidad es muy complicado porque toda la CDMX va teniendo necesidades muy distintas. Si acotamos más la movilidad a nivel colonia, debería dar mejores resultados, aunque esto toma mucho más tiempo de planeación, que es la contra”, agrega Nieto Rojas.