Inundaciones de aguas negras han afectado a más de 7,600 personas durante al menos 20 días en Chalco, Estado de México. El gobierno del municipio ha informado que las lluvias del 27 de junio, así como las del 3 y 15 de agosto, combinadas con asentamientos irregulares sobre el Colector Solidaridad y su remodelación inacabada, causaron el fenómeno que impacta a 13 comunidades con niveles que van desde los 40 hasta los 160 centímetros de altura.
¿Por qué Chalco está bajo el agua? Estos son los motivos de las inundaciones
Aunque esta infraestructura sí tiene gran parte de la responsabilidad del desbordamiento, la realidad es que la inundación es la consecuencia de una cadena de problemas.
El origen de esta crisis se remonta a la época porfiriana, cuando se desecó el antiguo lago de Chalco para ganar terreno urbano. Esta decisión, que ignoró las condiciones naturales del terreno, sentó las bases para los problemas que hoy enfrentan los residentes de la zona.
"Toda esta zona, como muchas partes de nuestra ciudad, originalmente existía el lago de Chalco. Esto implica que las mismas condiciones de la orografía y del relieve fomentan que el agua se acumule ahí", explica Claudio Nieto, jefe de la carrera de Arquitectura en la Universidad La Salle.
El sistema de drenaje principal de Chalco, construido hace aproximadamente 30 años, ha quedado rebasado por el crecimiento demográfico de las últimas décadas.
Diseñado para una población mucho menor, este sistema es ahora incapaz de manejar el volumen de aguas residuales y pluviales que genera la zona. "El drenaje principal que desahoga toda esta zona, desde hace varios años ya se ha detectado que es insuficiente para la cantidad de personas que viven ahí", señala el arquitecto.
A esto se suman problemas como hundimientos del terreno que generan contrapendientes, obstrucciones por acumulación de basura y falta de mantenimiento adecuado.
Intentos fallidos de solución
En la administración anterior del Estado de México se iniciaron obras para remodelar el sistema de drenaje, pero estas quedaron inconclusas con apenas un 40% de avance. Esta situación ha exacerbado el problema, dejando a la infraestructura en un estado aún más vulnerable.
De acuerdo con el gobierno de Chalco, en 2019 se buscó al Estado de México para la construcción del nuevo colector, ya que el Solidaridad, de tres kilómetros, recibe aguas combinadas de Chalco y Valle de Chalco, con contrapendientes de hasta 2.2 metros y tres deslizamientos por los asentamientos desiguales del terreno.
Además de su tiempo de vida y de la complejidad de su funcionamiento, las viviendas que se construyeron en la zona impidieron labores de reparación y mantenimiento.
En respuesta el 24 de noviembre del 2022 se comenzó la construcción del Colector Solidaridad Primera Etapa, para desalojar 7,000 litros de agua combinada por segundo. La obra debería haberse terminado en 2023, pero desde noviembre las obras pararon y la temporada de lluvias de este 2024 llegó sin que existiera una infraestructura adecuada.
Las inundaciones prolongadas están generando graves riesgos para la salud de los habitantes de Chalco. Se reportan incrementos en enfermedades respiratorias, gastrointestinales y de la piel.
"El principal riesgo es de salud, aunque esto también deteriora, si lo vemos en términos urbanos, el valor de las construcciones, los mobiliarios, la calidad de los servicios", advierte el experto consultado.
Soluciones a corto y largo plazo
Las autoridades locales trabajan para desbloquear el sistema de drenaje, pero las lluvias continuas dificultan estos esfuerzos. A mediano plazo, es crucial retomar y concluir las obras de infraestructura proyectadas para la zona. Sin embargo, la solución a largo plazo requiere un enfoque más integral, de acuerdo a Claudio Nieto.
1. Realizar un análisis exhaustivo de la capacidad de las redes de infraestructura actuales y proyectarlas a futuro.
2. Implementar sistemas de drenaje sostenible que incorporen tecnologías de filtración y reutilización de agua.
3. Revisar y actualizar los marcos normativos para exigir prácticas de construcción más sostenibles a los desarrolladores inmobiliarios.
4. Fomentar la densificación urbana controlada en lugar de la expansión horizontal desmedida.
La situación en Chalco es un claro ejemplo de cómo la falta de planificación urbana a largo plazo puede resultar en crisis que afectan la calidad de vida de miles de personas. El experto apunta que es necesario que autoridades, desarrolladores y ciudadanos trabajen en conjunto para implementar soluciones sostenibles que prevengan futuros desastres.
“En las zonas que son más periféricas y perimetrales en la ciudad la construcción suele ser más informal. Por estas mismas prácticas se generan condiciones para que no existan condiciones suficientes, suelo permeable o zonas adecuadas para que no haya inundaciones”, agrega el arquitecto.